Rocío Ruenes

Una dieta sana no tiene que ser solo para millonarios


Comparte en tus redes sociales

Facebooktwitter

Una dieta sana no tiene que ser solo para millonarios Después de ir a una plática de nutrición, a mi pareja se le metió a la cabeza que debemos comer de forma saludable y honestamente no estoy segura. Sin embargo no lo desanimé y fuimos a hacer las compras. Mi idea era ir a cualquier […]

Decrease Font Size Increase Font Size Tamaño del texto Imprimir esta página

Una dieta sana no tiene que ser solo para millonarios

Después de ir a una plática de nutrición, a mi pareja se le metió a la cabeza que debemos comer de forma saludable y honestamente no estoy segura. Sin embargo no lo desanimé y fuimos a hacer las compras.

Mi idea era ir a cualquier supermercado, como gente normal que somos, para comprar los nuevos alimentos. Qué equivocada estaba. Mi pareja decidió que además de ponernos a dieta necesitamos desintoxicarnos, por lo que me llevó a un mercado de productos orgánicos que más bien parecía una tienda de diseñador exclusiva.

Todo tenía precios inimaginables. Los jabones costaban 100 pesos, ¡¿quién en su sano juicio paga 10 veces más el valor de un producto de higiene personal?! Solo mi pareja. Además, eliminó de la dieta todos los productos animales y sus derivados: carnes, chorizo, leche de vaca, queso, crema, yogur, o sea, adiós a todo lo rico.

¿Solamente vegetales integran una dieta sana para millonarios?

¿Conocen esa famosa imagen de un campo de flores en Holanda, muy colorido con un molino al fondo? Así se ve ahora mi refrigerador por la amplia gama de colores que forman todas las verduras y frutas que hay ahora. Tengo acelgas, arúgula, berro, verdolagas, leche de almendras, tortillas de nopal, betabel y la famosa kale o col rizada que al parecer tiene más calcio que la leche y más hierro que la carne.

Después de la gran inversión que hice en esos productos “libres de químicos, pesticidas y demás sustancias tóxicas”, mi pareja comprendió que sería bueno para mí comprar aunque sea carnes blancas para complementar mi apetito feroz.

Y ahora sí con todos los elementos puestos, nos hemos retado a ver quién logra reducir más peso y tallas, y quien gasta menos dinero, si él solo con productos orgánicos carísimos o yo con una dieta balanceada que incluye deliciosa proteína. ¿Qué creen ustedes?

Facebooktwitter

¿Tú que opinas? ¡Nos interesa mucho saberlo!