Cinco consejos para comunicarte con quien sufre alzhéimer (demencia).

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Es difícil comunicarte con alguien que tiene demencia, pero hay herramientas que podemos utilizar para hacer el trato con nuestros seres queridos menos estresantes y más productivos. Estas buenas herramientas de comunicación podrán ayudarte a manejar comportamientos difíciles y transmitir tu mensaje.

1. Cuida tu postura no verbal. Tu postura corporal y tu actitud pueden comunicar más tus sentimientos y pensamientos que tus mismas palabras. Háblale de una manera clara y respetuosa. Utiliza tus expresiones faciales, tu tono de voz y el contacto físico para transmitir tu mensaje y tu afecto.
2. Atrae su atención. Elimina distracciones como televisión y radio, cierra las cortinas o la puerta o vayan a un cuarto menos ruidoso. Antes de hablar con tu ser querido, asegúrate de contar con su atención, llámalo por su nombre, identifícate y mantén contacto visual.
3. Se claro. Usa palabras y oraciones sencillas. Habla lenta y claramente y en un tono no amenazante. Si no te entienden de primera vez, utiliza las mismas palabras para repetir tu mensaje o pregunta. Si aún no entienden, espérate unos minutos y vuelve a repetir la pregunta utilizando otras palabras. Usa nombres propios y no pronombres. Recuerda preguntar cosas sencillas. Haz una pregunta a la vez y evita hacer preguntas abiertas.
4. Cuando tu ser querido se vea abrumado por sus emociones, distráelo y dirige su atención hacia otro tema. Por ejemplo, pídele ayuda con algo o sugiere una caminata. Es importante reconocer sus sentimientos antes de eso. Puedes decir algo como, “Veo que estás triste, y eso lo siento mucho. Ahora vamos por algo de comer.”
5. Responde con afecto e intenta darles seguridad. Las personas con demencia suelen sentirse confundidos, ansiosos e inseguros, a veces inventando cosas que nunca ocurrieron. No trates de demostrar que están equivocados. Tu papel es darles confort, apoyo y seguridad. A veces el dar la mano, tocar o abrazar harán más bien que cualquier palabra.