Gilda Sánchez

Controlable, la leucemia aguda en adultos 1/2


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Existen dos clases de leucemias agudas en adultos y se dan en proporción de uno a uno: la linfoblástica, la más agresiva y de peor pronóstico, que afecta directamente a los linfocitos, y mieloblástica, cuya alteración se encuentra en las células mieloides.

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Padecimiento de inicio rápido con síntomas como anemia, cansancio y hemorragias, entre otros

La causa de la leucemia aguda es multifactorial. Es un padecimiento de inicio rápido en adultos y aunque es incurable se controla, lo que permite en algunos casos lograr una supervivencia a mediano o largo plazos.

Este tipo de leucemia se origina por la producción anormal en la médula ósea de células cancerosas denominadas blastos, las cuales reemplazan a las células hematopoyéticas normales (responsables de formar todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre) y provocan alteraciones severas en la salud de todo el organismo.

Existen dos clases de leucemias agudas en adultos y se dan en proporción de uno a uno: la linfoblástica, la más enfermoagresiva y de peor pronóstico, que afecta directamente a los linfocitos, y la mieloblástica, cuya alteración se encuentra en las células mieloides.

Ambas leucemias agudas son de inicio rápido, pues cuando se diagnostica con base en las manifestaciones, el paciente no tiene más de 20 días de haber desarrollado la enfermedad. Los síntomas pueden ser variables y similares en los dos tipos: anemia, infecciones, dolor óseo y hemorragias que van desde puntitos rojos en la piel o moretones, hasta sangrado por nariz y la cavidad oral, entre otros.

También es posible presentar fiebre, porque las células de defensa se encuentran abatidas y por ello aparecen infecciones en cualquier nivel del organismo que provocan complicaciones severas en una primera etapa.

La terapia médica consiste, antes que nada, en estudiar detenidamente al paciente para conocer su pronóstico, de acuerdo con sus datos de riesgo y planear el tratamiento con base en quimioterapia, terapia blanco o trasplante de médula ósea.

 

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