Gilda Sánchez

Corazón saludable y práctica de la sexualidad


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• El vínculo entre las emociones y la salud física ya no se discute en el mundo de la ciencia y se ha empezado a encontrar que la falta actividad sexual es un factor de riesgo para sufrir infartos cardíacos.

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sexualidadLas emociones negativas –ira, angustia, sentimientos de culpa, tristeza- desencadenan una respuesta de estrés provocada por la descarga de adrenalina. “Cuando eso ocurre crónicamente”, dice el doctor Reed Moskowitz, autor del libro Your Healing Mind (“La mente curativa”)  “se produce un efecto negativo en toda la fisiología, que con el tiempo debilita la función del sistema inmunitario”.

¿Cuál es el antídoto? Las emociones positivas –alegría, diversión, excitación- que la sexualidad puede generar. “Las relaciones sexuales liberan la tensión e inhiben la producción de adrenalina”, explica Moskowitz. Se cree que, durante el coito, el sistema nervioso secreta unos analgésicos naturales llamados endorfinas. Estas sustancias producen un estado curativo y de relajación en todo el organismo, dándoles así la oportunidad de regenerarse”.

En cuanto a la salud cardiovascular muchos especialistas consideran que la ausencia de satisfacción sexual debería ser objeto de estudio como posible factor de riesgo para la aparición de enfermedades del corazón.

Una investigación reciente realizada con hombres y mujeres indicó claramente la relación de enfermedad cardíaca y satisfacción sexual. De 100 mujeres que estaban en tratamiento tras sufrir un ataque cardiaco, 65 de ellas informaron que habían sentido insatisfacción sexual antes de su hospitalización y lo mismo se encontró en otro estudio, efectuado con 131 hombres, donde dos tercios dijeron que habían experimentado problemas con su sexualidad antes de sufrir un ataque cardiaco.

El psiquiatra Alexander Lowen, director del Instituto Internacional de Análisis Bioenergético, con sede en la ciudad de Nueva York, y autor del libro Love, Sex, and your Heart (“El amor la sexualidad y el corazón”) reporta el hallazgo descrito en su libro y  enfatiza la importancia de la práctica sexual en la edad madura como antídoto para las enfermedades cardiovasculares.

Otra consideración relevante para el tema es que el trabajo físico que conlleva practicar sexo resulta en un factor positivo para la salud del corazón.

“Las relaciones sexuales vigorosas son como una sesión corta de ejercicios”, señala el doctor Alfred Franger, profesor adjunto de obstetricia, ginecología y Psiquiatría del Colegio de Medicina de Wisconsin, en Milwaukee. Así, por ejemplo, una mujer de 55 kilos puede quemar hasta ocho calorías pro minuto al hacer el amor; y un hombre de 80 kilos, hasta 12 calorías.

 

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