Gilda Sánchez

Diez recomendaciones para llegar a los 90 con buena salud 2/3


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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presenta su Decálogo para superar los 90 con buena salud.

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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presenta su Decálogo para superar los 90 con buena salud.

03A553083. Disfrutar del hoy y del ahora con optimismo. El ser humano tiene presente, pasado y futuro, sin embargo, el único tiempo que nos pertenece es el ahora. El momento presente es único, sin embargo, en muchas ocasiones, las personas viven atadas a un pasado (muy común en las personas mayores) que les produce nostalgia o a un futuro que les produce temor por el envejecimiento, o incluso que les frustra por no ser quien les hubiese gustado ser.

No vivir aquí y ahora implica un gran desgaste psicológico y hace que nos olvidemos de lo realmente importante, que es vivir y disfrutar hoy en el pleno conocimiento de que este momento nunca volverá a pasar.

El bienestar emocional tiene mucho de cómo hemos sido y de cuáles han sido nuestras vivencias. Pero también de cómo afrontamos la vida. Un reciente estudio de la Universidad de Londres nos muestra que las personas que enfocan la vida con optimismo y que procuran ser felices cada día viven, de media, cinco años más que las personas pesimistas. Además, estos años vividos lo son con una mayor calidad de vida.

Para lograr el bienestar emocional suele ser muy importante y decisivo socializarnos, mantenernos activos con amigos, conocidos o con personas con las que compartamos intereses o iniciativas, aficiones o placeres.

Mature students learning art skills4. Apuntarse a clase. No importa de qué sea la materia: un curso de lectura, la universidad para mayores, un taller de manualidades… Nunca es tarde para aprender, dice el refrán. “Aprender cosas nuevas es el mejor de los estímulos para nuestra mente, lo que más la estimula y será un elemento esencial para proteger a nuestro cerebro de enfermedades como la de Alzheimer”, explica el presidente de la SEGG.

Siempre podemos interesarnos por nuevos conocimientos, incluso partiendo de niveles intelectuales bajos. Algunas personas que no tuvieron, por desgracia, la oportunidad en su momento de ir al colegio, de aprender a leer o a escribir, lo hacen de mayores. También podemos estimular nuestra mente realizando ejercicios de memoria, leyendo y comentando cosas, haciendo programas específicos de estimulación que incluyan diversas parcelas a estimular, entrenando día a día a nuestro cerebro.

Senior woman taking pills5. La automedicación es una práctica habitual entre las personas mayores

Nunca tomar la pastilla que le vino bien a la vecina. Sabemos que muchas de las personas mayores tienen tendencia a la automedicación. Cuando se introducen fármacos sin control por parte del profesional médico, puede ocurrir que modifiquemos el efecto que esperamos del tratamiento que se venía siguiendo o que los medicamentos que se ha optado por tomar no sean compatibles con los que tenía prescritos anteriormente y que aparezcan graves problemas de salud, e incluso puede ocurrir que los nuevos medicamentos vayan mal para otra enfermedad que padezca la persona y no se haya tenido en cuenta.

Un porcentaje muy alto de los ingresos de personas mayores en las urgencias hospitalarias de nuestro país tiene que ver con algún efecto adverso producido por los fármacos que toma. Por ello, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología recuerdan que las decisiones en cuanto a la toma o retirada de tratamientos deben recaer siempre en manos de profesionales.

Elderly Man Outdoor6. No tener reparo en usar el bastón. Muchas personas mayores les cuesta decidirse a usar el bastón. Este elemento de apoyo, que equivocadamente tiene connotaciones peyorativas, nos puede salvar la vida en más ocasiones de las que pensamos.

Las caídas son un punto importante que limita la calidad de vida de las personas de edad y que puede llegar a provocar la muerte de la persona. En nuestro país cerca de 1.500 personas de más de 65 años fallecieron en el año 2009 por una caída, lo que supone el 25 por ciento del total de muertes accidentales anuales en ese rango de edad. La prevención pasa por dos grandes puntos de atención: la persona y el entorno.

Según el presidente de la SEGG es indispensable “analizar todos los factores de riesgo de poder caer que puede presentar una persona (problemas de equilibrio, alteraciones o limitaciones en la forma de caminar, medicamentos que puedan comprometer la estabilidad de la persona o que puedan inducir mareos, la necesidad o el uso de ayudas técnicas como bastones o “andadores”, etcétera), para así poder modificarlos y disminuir el riesgo.

También sobre la persona que ha caído en alguna ocasión podremos hacer estas medidas preventivas y procurar rehabilitarles para mejorar su condición y paliar ese “miedo a volver a caer” que, en muchas ocasiones, les atenaza”.

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