Gilda Sánchez

Diez recomendaciones para llegar a los 90 con buena salud 3/3


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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presenta su Decálogo para superar los 90 con buena salud.

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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presenta su Decálogo para superar los 90 con buena salud.

fott17. No pasar toda la vida con las mismas gafas. Con el paso del tiempo y, al igual que ocurre con el resto de nuestro organismo, nuestros sentidos van sufriendo modificaciones que pueden alterar, de forma natural, mínimamente su función. Si estas alteraciones interfieren en la vida o en la calidad de vida de la persona mayor estaremos ante una enfermedad y no ante un cambio natural e imputable a la edad.

Por tanto, deberíamos acudir a nuestro especialista para diagnosticar y mejorar esos déficit que tanto repercuten en nuestra vida. Para mantener adecuadamente nuestro sensorio, igual que el resto del organismo, hemos de revisarlos periódicamente, y así poder abordar de la forma más precoz posible los problemas, si los hubiere. Así, las soluciones o las propuestas de solución serán más eficaces y menos complejas.

fott28. Hacerlo tú solo. Las personas mayores no deben dejar que los demás hagan las cosas que ellos pueden hacer por sí mismos, siempre que su capacidad y salud lo permita.

Preservar nuestra autonomía es esencial para conseguir un envejecimiento activo y saludable. Sin duda, cuidándose desde joven y manteniendo un envejecimiento activo lo conseguiremos. Mantener la autonomía es un logro consecuente a lo que hemos hecho por preservarla. Recordemos el adagio: “Se envejece como se ha vivido”.

Aunque sea de un modo más lento o con una relativa agilidad, las personas mayores deben seguir haciendo sus actividades o parte de ellas, además de adquirir autonomía, les permitirá sentirse útiles. Para lograr autonomía también es importante acondicionar el entorno de la persona mayor para facilitar conductas independientes. Eliminar barreras, obstáculos ambientales, instalar ciertos elementos de apoyo y agarre, puede ser útil, por ejemplo.

fott39. Dormir 7 horas al día. El sueño no solo sirve para que nuestro cuerpo descanse, también es muy útil para que nuestro cerebro module algunas de sus funciones, como grabar algunas cosas en nuestra memoria más profunda, es decir, consolidar cosas que hemos hecho o aprendido durante el día. Además, existe relación entre dormir mal o no dormir y desarrollar pensamientos negativos, por lo que habrá una influencia directa entre descanso y salud emocional.

El sueño protege a nuestra mente.

Cuando somos mayores puede ser necesario dormir en torno a siete horas al día. Según comenta el doctor López Trigo, “para valorar los problemas de sueño hemos de analizar varias esferas: la emocional (por ejemplo, saber si la persona está sufriendo ansiedad o depresión), la esfera física (por ejemplo, si la persona padece dolores que interrumpan su descanso o tiene problemas urinarios que le obligan a levantarse varias veces en la noche) y el entorno (conocer el nivel de ruidos durante la noche en la vivienda, temperatura de la habitación, comodidad de la ropa y el lecho, etcétera). Así, conocidos estos extremos podemos establecer un plan de ayuda a un mejor descanso”.

fott410. Participar e implicarnos. ¿En qué? En todo. Participar, implicarnos, mantener aficiones y compartirlas, colaborar con los demás en cuantas actividades nos apetezca… Son válidas desde las actividades lúdicas (viajes, participar en coros o en teatro…), hasta las actividades que suponen un compromiso activo para con los demás (voluntariado, enseñanza a otros colectivos…).

En definitiva, sentirnos partícipes con y por los demás.

 

 

Fuente de información, da clic aquí.

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