Educar al paciente con asma es fundamental para su tratamiento y control
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• El asma no es un padecimiento curable sino sólo controlable, por ello quienes la padecen necesitan respetar en forma constante y contínua la aplicación de sus medicamentos si quieren mantener un estado de bienestar respecto a esta enfermedad.
La educación del paciente es la base para un buen control de este padecimiento. Por ello, los enfermos de asma necesitan estar conscientes de la naturaleza crónica de la enfermedad, los diferentes tipos de medicamentos, su uso correcto y sus efectos.
Esta educación abarca el identificar los efectos desencadenantes del asma para saber cómo evitarlos, reconocer signos y síntomas de empeoramiento de la enfermedad, como monitorear diariamente las manifestaciones y actuar eficientemente ante el deterioro clínico para prevenir las crisis.
Los principales síntomas del asma son la opresión en el pecho, tos, silbidos al respirar (sibilancias) y dificultad para respirar a consecuencia de la obstrucción generalizada y variable de los bronquios que suele resolverse de manera espontánea o con tratamiento.
Se controla el asma cuando sus manifestaciones están ausentes o reducidas al máximo como respuesta al tratamiento. Para ello se usan dos tipos de medicamentos:
Los de alivio o rescate que tratan los síntomas de manera rápida y
Los de control o preventivos que se toman de forma continua para mantener estable la enfermedad a largo plazo, destacó el especialista.
El asma se origina tanto de una predisposición innata de carácter genético como de factores externos ambientales por inhalación o contacto con agentes diversos que incluyen el humo de tabaco, pólenes, aire frío, cambios bruscos de temperatura o algunos alimentos o medicamentos especialmente la aspirina y los desinflamatorios.
Las vacunas son otra alternativa disponible para reducir la intensidad y la frecuencia de los síntomas del asma en algunos pacientes.
