Gilda Sánchez

El arte de regalar a los Adultos Mayores


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Obsequiar algo es darlo como muestra de afecto sin esperar recibir a cambio. Sin embargo, en la mayoría de los casos se encuentra el deseo de que lo regalado agrade a quien lo recibe.

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3291da_b715bac69fac499e9ce0c6d1262864da.jpg_srz_p_225_225_75_22_0.50_1.20_0Por Carla Hernández Melo

Obsequiar algo es darlo como muestra de afecto sin esperar recibir a cambio. Sin embargo, en la mayoría de los casos se encuentra el deseo de que lo regalado agrade a quien lo recibe.

Se dice que regalar “es un arte” y efectivamente puede ser un ritual complicado y con consecuencias inesperadas. Sobre todo si lo que se pretende es complacer a personas de la tercera edad que han adquirido una visión distinta a la que los más jóvenes tienen del mundo.

Regalar implica que se produzca una satisfacción mutua, lo cual no siempre es fácil de conseguir. Depende en gran medida de la subjetividad del que da, del que recibe, y en ocasiones de quienes participaron sugiriendo el obsequio.

Este gusto de dos vías se puede volver aún más complicado cuando se trata de regalar a adultos mayores ya que en la época en que ellos  vivieron no se acostumbraba desechar pertenencias y por lo tanto, cuando elegimos regalarles algo que ya poseen, podemos incomodarlos. El obsequiarles objetos tecnológicos, aunque puedan contribuir a su calidad de vida,  en algunos casos, dependiendo de las circunstancias del adulto mayor, también puede ser percibido como no indispensables, si bien no siempre  es así. Es el mismo caso de afeites o adornos porque pudiesen considerar que el tiempo de cuidar la imagen y la vanidad quedó atrás; sin embargo depende de la personalidad y condiciones de quien va a recibir el presente.

Ante la aparente escases de opciones para complacer a nuestros adultos mayores, podríamos pensar en productos que les ayuden a minimizar algunas limitantes lógicas por el avance de la edad; por ejemplo:

  • Triciclos para adultos, ideados para reducir el riesgo de caídas.
  • Abrelatas especiales para quienes por artritis carecen de la fuerza necesaria para usar uno convencional.
  • Teléfonos, controles de televisión, relojes, con números grandes para quienes sufren de disminución visual.
  • Dispositivos para mejorar la audición.
  • Perros entrenados para discapacitados, o simplemente mascotas para compañía.

También se les puede ofrecer paseos acompañados, llevarlos al cine, teatro, museos, o salidas a hacer compras,  a  realizar diligencias o trámites. Cursos de temas como degustación de vinos, de nuevas tecnologías,  o sesiones de yoga o taichí, constituyen otras posibilidades.

Regalar tiempo, atención, compañía, probablemente sean los mejores obsequios para brindarles las personas de la tercera edad. Igualmente lo es llevarles presentes que propicien la convivencia con sus amigos, tales  como juegos de salón, películas y audio libros para disfrutar y comentar. Este tipo de opciones tienen la ventaja de fomentar la actividad mental que es clave para la salud cognitiva en esta época de vida.

 

 

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