El otoño llega para reflexionar… 2/2

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Como el otoño es tiempo de abundancia,  es tiempo de agradecer, de admirar las bondades otorgadas por la tierra. Es tiempo de poner atención y de entender la misma renovación y regeneración de la naturaleza.

Un ciclo más ha cumplido la rueda del año. La gama de dorados,  verdes seco,  amarillos y rojos anuncian y dan forma a sus festividades y nos invitan a incorporarlos en nuestras vidas. Es tiempo de celebrar con los nuestros. Algunas de las que lluvias que caen todavía agudizan nuestros sentidos y nos llevan a sentir cierta nostalgia que se agranda cuando el viento nos envuelve el cuerpo.  Sentimientos que nos anuncian que ahora es el momento adecuado para hacer un análisis y entender que muchas cosas no las podemos cambiar.

El cambio de la intensidad de la luz, del vigor del aire  y de la tierra, nos muestra que existen fuerzas exteriores que no controlamos. Entendamos  y aceptémoslo. Las de adentro las podemos modificar pero las de afuera no. El otoño es la madurez. Su significado es todo eso que año con año necesitamos apreciar y aceptar.  Meditemos sobre la prosperidad y entendimiento que nos trae esta época  y sobre el privilegio de disfrutar el otoño y no dejemos de gozarlo.