Existe la posibilidad de prevenir el alzhéimer
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las manifestaciones de demencia más común es el Alzheimer, que abarca entre un 60 y 70 por ciento de los casos.
En México, es una de las enfermedades más comunes y en el mundo, alrededor de 35 millones de personas padecen demencia y cada año se suman a ese registro casi ocho millones más.
Según el Instituto Nacional de Geriatría, la enfermedad de Alzheimer es más común entre las mujeres y específicamente en aquellas con baja escolaridad.
El principal factor de riesgo de la enfermedad es la edad, sin embargo los especialistas, a nivel mundial, han encontrado otros, a grado tal que consideran que el Alzheimer se puede prevenir.
El Alzheimer, enfermedad caracterizada por el deterioro de las funciones cerebrales, puede comenzar con alteraciones del comportamiento y manifestaciones depresivas. Después, con problemas de memoria, le sigue la alteración del lenguaje, dificultad para comunicarse y la pérdida de independencia para las actividades de la vida diaria que lleva a la postración.
“La mejora de las condiciones de vida de la población en general, el mejor acceso a servicios sociales y de salud, el eventual control de la obesidad, la diabetes y los factores de riesgo cardiovascular sabemos que tendrá un efecto muy favorable sobre la incidencia de la enfermedad, se reconoce también como una de las intervenciones más potentes para frenar la progresión del deterioro, la actividad física» considera Luis Miguel Gutiérrez, director del Instituto Nacional de Geriatría.
«La reserva cognitiva que acumulamos a través de la educación o las actividades intelectuales a través de la vida tiene un efecto protector», dijo Luis Miguel Gutiérrez, Director Instituto Nacional de Geriatría.
El director del Departamento de Neurología de la División de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Columbia, Yaakov Stern, analizó el concepto de ‘Reserva Cognitiva’, que podría explicar porque existen comportamientos distintos frente a una enfermedad según la persona, pero especialmente según el cerebro y cómo éste emplea procesos cognitivos pre-existentes para afrontar la enfermedad, en este caso el Alzheimer.
Es decir, un cerebro ejercitado con hábitos mentales saludables tiene una mayor capacidad de minimizar el deterioro mental ocasionado por el Alzheimer; el cerebro intentaría afrontar activamente el daño producido con la enfermedad, empleando procesos cognitivos que tenía desde antes.
