Gilda Sánchez

Hacerse mayor con bienestar implica planificar esta etapa


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La sensación de envejecer no es nada fácil y menos teniendo toda la conciencia que ello implica pero existen previsiones que podemos planear para facilitar el camino . . .

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  • La sensación de envejecer no es nada fácil y menos teniendo toda la conciencia que ello implica pero existen previsiones que podemos planear para facilitar el camino

 

Dado que cumplir años no tiene remedio te comparto algunas reflexiones generales que te pueden ayudar de como planear este trayecto para poder enfrentarlo y tomarlo haciendo muy buenos los últimos años de tu vida.

Envejecer con dignidad y generando emociones positivas sí se puede lograr y además cuando se hace se convierte en una experiencia muy hermosa por la sensación de conquista y de saber que se conocen suficientemente bien las cuestiones que son las más importantes para llevar una vida satisfactoria por lo menos emocionalmente hablando. Se llama experiencia.

Conozco adultos, que con edades superiores a los 70 años se permiten seguir viviendo intensamente, buscando materializar deseos o proyectos forjados con los años y que mientras esto sucede su vida tiene un total sentido. Son modelos de vida a partir de quienes las generaciones que vienen pueden inspirarse y  pueden confiar  en que la vida está para vivirse.

Existen demasiados mitos alrededor de lo que implica envejecer. Uno de ellos es que el carácter se hace agrio. Pero envejecer no es sinónimo de amargarse. Cuando vemos mayores enojones no quiere decir que a partir de ciertos años  el mal genio nos toma. Más bien es un rasgo de carácter de toda la vida, que se han acentuado.

En este sentido es conveniente hacernos un autoanálisis desde antes para admitir nuestra personalidad sabiendo que los rasgos que la conforman se agudizan al hacerse mayor. Así podemos detectar aquellas manifestaciones de nuestro humor que pueden ser un obstáculo para ver y sentir la vida con más amabilidad  a medida que nos hacemos mayores.

Aparte de conocernos bien para admitir y ajustar nuestro carácter existen varias dimensiones importantes que podemos  tratar de planificar y controlar.

Entre ellas las más importantes son la salud, la familia y las relaciones sociales.

Mantenernos en el mejor estado de salud posible ya sabemos que es fundamental y ya sabemos de sobra lo que tenemos que hacer… comer saludablemente, hacer ejercicio, ejercitar nuestra mente y nuestro estado de ánimo para no permitirle al estrés hacernos daño.

En cuanto a la familia,  el equilibrio en nuestra relación con ella es otro reto en el que tenemos que reflexionar y si vemos focos rojos necesitamos buscar  enfoques de personas profesionales o por lo menos de otros que llevan bien sus relaciones familiares. Nos pueden ayudar a enfocar un estilo de vínculos amorosamente equilibrados donde existan el respeto y el afecto mutuos.

Las redes sociales son un factor tan importante como los anteriores ya que constituyen una fuente de satisfacción y apoyo que resultan imprescindibles cuando se envejece. Nuestras redes  de apoyo son las que nos nutrirán con parte del afecto necesario para sentirnos bien y nos ayudarán en las cuestiones prácticas de logística cuando tengamos que depender de otros para realizar acciones que nosotros ya no podemos hacer o para asistirnos en situaciones de emergencias.

Siempre recuerda que eres el responsable del proyecto de vida que decidiste seguir, más allá de la edad que tengas.

Planificar la última etapa implica asumir con valentía de asumir los cambios, arriesgar e intentar, confiando en nuestros  recursos personales, mostrando interés por los demás y manteniendo una curiosa mirada por lo que acontece  a nuestro alrededor.

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