Hernia hiatal y reflujo gastroesofágico pueden causar cáncer de esófago
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Cuando el tratamiento médico no es suficiente y el paciente presenta en una biopsia endoscópica un grado de esofagitis importante es candidato a una cirugía antireflujo.
“De origen multifactorial ambos padecimientos se relacionan generalmente con obesidad, tabaquismo y alcoholismo.
El reflujo gastroesofágico se presenta de manera frecuente en pacientes con hernia hiatal y su tratamiento oportuno es fundamental para evitar que se produzca una esofagitis (inflamación de la mucosa del esófago) que predispone a un trastorno precanceroso conocido como esófago de Barrett.
Los síntomas de la hernia hiatal y el reflujo gastroesofágico (la regurgitación del contenido del estómago hacía el 
esófago) son generalmente vagos y se traducen en dolor ardoroso atrás del esternón, que suele empezar en la boca del estómago y ascender en dirección a la faringe. Su diagnóstico es a través de datos clínicos que se corroboran con un estudio radiológico o una endoscopia.
Esta hernia no se puede palpar externamente y su presencia en pacientes con reflujo gastroesofágico es una sintomatología de alerta para la cual los especialistas administran medicamentos para vaciar el esófago gástrico, además de brindarles indicaciones precisas para un cambio del estilo de vida que combata la obesidad.
Su causa no está determinada aunque se suele asociar a malos hábitos de estilo de vida como una inadecuada alimentación, falta de actividad física tabaquismo y alcoholismo y con condiciones que incrementan la presión de la cavidad abdominal como obesidad y embarazo.
Cuando el tratamiento médico no es suficiente y el paciente presenta en una biopsia endoscópica un grado de esofagitis importante es candidato a una cirugía antireflujo. Es fundamental detectar y dar un manejo temprano a la hernia hiatal y al reflujo para prevenir complicaciones cancerosas.
