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La agricultura urbana para regenerar nuestro entorno


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El clima en nuestra ciudad es ideal para cultivar una gran parte de nuestros alimentos de forma consciente, local y libre de pesticidas. Al cultivar así aplicamos la agricultura urbana para regenerar nuestro entorno. Cada vez que la mano del hombre ha perturbado la Tierra un efecto en el futuro acontece, la resonancia y el impacto modificarán […]

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El clima en nuestra ciudad es ideal para cultivar una gran parte de nuestros alimentos de forma consciente, local y libre de pesticidas. Al cultivar así aplicamos la agricultura urbana para regenerar nuestro entorno.

Cada vez que la mano del hombre ha perturbado la Tierra un efecto en el futuro acontece, la resonancia y el impacto modificarán de intensidad hasta que vuelva a perturbarlo una vez más.

Los cortes en las montañas para construir nuevas carreteras, cada litro de petróleo extraído, cada árbol sembrado o talado. También cada fertilizante -tóxico u orgánico- esparcido en el campo.  Cada semilla sembrada -transgénica o criolla-, cada casa y edificio construidos, cada acción que realizamos hoy localmente, influye en el futuro globalmente.

Somos parte de esa perturbación en la Tierra y podemos elegir cómo serán esos efectos, aun cuando ya no seamos parte de ellos. Como parte de nuestra renovación y honrado los ciclos y ritmos que la agricultura nos ha enseñado, elegimos diseñar un curso con el título Agricultura Regenerativa.

Esta agricultura regenerativa está inspirada en la idea de co-crear comunidades urbanas interesadas en regenerar su entorno, sus hábitos de consumo, su forma de pensar, su relación con la vida, la naturaleza, y consigo mismas.

Efectos de la perturbación y armonía de la tierra.

Hemos aprendido a integrar la éticas en consenso, a valorar los bordes y lo marginal en cada nueva siembra, a compartir saberes y conocimientos. Pero sobre todo, a reconocer nuestras capacidades en espacios urbanos e integrar poco a poco sistemas, ideas, diseños y cambios que han hecho posible regenerar nuestra forma de relacionarnos.

Pero, cómo la teoría no se mide en metros cuadrados y los planos no se pueden comer, recopilamos conocimientos, principios y recetas de la agricultura orgánica. Las mismas que son adaptables y aplicables en huertos urbanos.

Cuando integramos permacultura con agricultura orgánica creamos biodiversidad. Alejamos así esos pulgones tan perseverantes y atraemos  la mayor cantidad de abejas y mariposas. Al mismo tiempo incorporamos nuevos hábitos alimenticios.

El clima en nuestra ciudad es ideal para cultivar una gran parte de nuestros alimentos de forma consciente, local y libre de pesticidas. Y mientras lo hacemos, podemos regresar un poco de lo que tomamos de la naturaleza, perturbando el entorno urbano con hortalizas, hierbas y flores donde antes solo había concreto o espacios abandonados.

Este primer curso de Agricultura Regenerativa[2] es el resultado de la inspiración y aprendizaje obtenidos. Durante talleres, cursos, encuentros, viajes y comidas con Jairo Restrepo, Eduardo Rincón, Eugenio Gras, Vincent Geerts. Además de Martha Zapien, Nacho Simón, Bruno Follardo, Deb Soule, Gunther Hauk, Dennis Klocek, Sherry Wildfeuer, Michael Joshin. Por supuesto las lecturas de Bill Mollison, Masanobu Fukuoka, Maria Thun, Rudolph Steiner, Alice Waters, John Jeavons, Teri Dun y Vandana Shiva.

El curso de la aplicación de la agricultura urbana para regenerar mi entorno también es el mejor pretexto para iniciar nuestro blog! Gracias por leerme…

Aída Real / Huerto Romita

 

 

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