Gilda Sánchez

La obsesión por la delgadez


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• A través del libro “Body of Truth” la periodista Harriet Brown condena la extrema obsesión por la delgadez.

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140c53bmujer-dieta-301p¿Qué valor le damos al tamaño de nuestro cuerpo?

Un cocinero de un hospicio en Wisconsin le comentó a una periodista que muchas de las mujeres, todo y estar enfermas y al borde de la muerte, se negaban a comer alimentos que las engordaban: pan, chocolate, etc.

Harriet Brown fue la periodista que escuchó esta historia y encontró para esta situación, la metáfora perfecta: “crazy thin-is-always-better mentality” (la locura de la delgadez es siempre más fuerte que nuestra mente).

En una cultura que dice que nuestra autoestima está determinada por nuestra apariencia, desligarnos de esta imagen impuesta puede ser difícil. “Estamos expuestos a los anuncios, a los medios de comunicación y a los médicos que nos saturan con este mensaje. Es imposible escapar de ello”, afirma Brown.

La evidencia del peso

Brown es una periodista que también ejerce de profesora en S. I. Newhouse School of Public Communications de la Universidad de Syracuse. Pasó casi una década investigando la obsesión de los norteamericanos por el tamaño del cuerpo. Brown entrevistó médicos, terapeutas y sociólogos. También habló con cientos de mujeres acerca de cómo se sienten acerca de sus cuerpos y revisó a conciencia investigaciones sobre la pérdida de peso, la obesidad y los trastornos alimentarios.

Según un informe realizado, el 75 por ciento de las mujeres estadounidenses es plenamente consciente del  «desorden» de sus conductas alimentarias. Brown concluye que nos estamos haciendo un gran daño cuando nos centramos solamente en el peso como lo único importante para la salud.

«Hay pruebas convincentes de que gozar de un buen peso es bueno y nos ayuda a apreciar nuestro cuerpo y gozar de buena salud”, añade Brown. Debemos recordar que solamente entre el 3 y 5 por ciento de las personas que pierden peso no lo recuperan durante cinco años o más.

Las intenciones de Brown en su libro “Body of Truth” no es a favor la obesidad, sino que el objetivo es no comer en exceso, comer libroalimentos saludables y en repetidas ocasiones, alaba los beneficios del ejercicio físico. Brown con su libro nos abre a la posibilidad de hablar abiertamente sobre la problemática que existe en Estados Unidos por la obsesión de estar extremadamente delgado.

Tiempo para Cambiar

En su libro, la periodista presenta el testimonio de expertos que nos hablan de:

-Las famosas dietas “yo-yo” y los efectos físicos y psicológicos que nos pueden llevar a tener por no ser saludables

-Los daños físicos y psicológicos al optar por tener una mentalidad rígida y estricta sobre la alimentación

-La gente infeliz con su peso tienen más probabilidades de renunciar a las actividades de salud positivas que la gente con sobrepeso pero que si están satisfechas con su peso

-Con o sin dieta, al final de la vida morirás igual

Brown también nos platica sobre “la industria de la dieta” que mueve alrededor de 60 mil millones de dólares así como la de la belleza que gira en torno a los  25 mil millones de dólares.

¿Por qué la obesidad se ha convertido en un trastorno?03B79945

Vamos a los orígenes del problema. En 1920 fue la primera vez que se introdujeron en Estados Unidos los medicamentos para bajar de peso. En 1943, una compañía de seguros elaboró una lista de los “pesos deseables” para los adultos que según Brown fueron «inventados», sin contar con un fundamento médico. En 1949, algunos médicos se empezaron a autodenominar «especialistas en obesidad.»

En 2013, el Comité de la Asociación Médica Americana (AMA) aclaró que está en contra de definir la obesidad cómo una enfermedad médica ya que no siempre perjudicial todo y que si requiere de atención médica.

Muchos médicos están en contra de la gente obesa. «Se podría pensar que los médicos podrían analizar las diferencias entre el peso y la salud de las personas», dijo Brown. Su experiencia ha sido que no lo hacen, que hoy en día sólo existe un tamaño que es el óptimo para todas las personas: estar delgado.

«Un amigo y yo somos de la misma altura, y aunque pesamos diferente, ambos estamos sanos», añade Brown. «Cuando fui delgada, me gustaba como me veía pero al ponerme el refuerzo cultural que rodea a la idea de estar delgado, me cansaba, me obsesiona por la comida y a veces, ni comía. Hoy elijo centrarme en quien soy, en lo que hago y no en lo que peso», nos confiesa la escritora.

Las adultas mayores: un ejemplo a seguir

Una encuesta de Gallup en 2014 afirma que a partir de los 65, las mujeres estadounidenses, reportaron sentirse más bien acerca de su apariencia que las adolescentes de 15 años.

“Cuando cumplí los 50, esperaba sentirme mal, pero una sensación de liberación me tomó por sorpresa», dijo Brown. «Decidí que puedo hacer lo que quiero, vivir de la manera que quiero vivir, ser menos vulnerable a los mensajes acerca de lo que debería ser o parecer.»

Y continuó: “Esa confianza le viene a una con la edad. Cuando estamos menos afectadas por las expectativas culturales, podemos darnos el tiempo para pensar críticamente. Esa fue una gran revelación para mí.”

«Empezamos a valorar nuestra autoestima desde dentro y no desde fuera”. «Eso le da a las mujeres de edad más poder, la capacidad de ver más allá de nuestro caparazón, de ver que no tenemos que permanecer apegadas a los ideales culturales de lo que es saludable y lo que es atractivo.»

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