Gilda Sánchez

Los gatos y el bienestar de los mayores


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• En general se desconocen las ventajas que aportan los gatos como mascotas a la vida de las personas. Innumerables estudios han confirmado los beneficios de la compañía de estos pequeños felinos sobre todo para personas de la tercera edad.

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gatos okEn esta nota hablamos en forma general de los beneficios de salud, de bienestar físico, de vinculación social y de bienestar emocional que tiene la compañía de un gato como mascota.

En las próximas tres notas que publicaremos sobre  estas mascotas, se resaltarán los beneficios específicos para el bienestar psicológico, de salud  y social relativos que aporta la compañía de los gatos como mascotas que aunque parecen ser similares, no son idénticos a los de los perros.

La compañía de los gatos, desde el punto de vista físico, promueve el estar en buena condición física; socialmente, facilitan las relaciones humanas; psicológicamente, son geniales para niños y ancianos.

Con su ronroneo producen un efecto relajante y tranquilizador, que en el campo de la medicina ha dado excelentes resultados como coadyuvante para el tratamiento de enfermedades cardiacas, psicológicas o la hipertensión.

Diversos estudios demuestran que la presencia de un gato o un perro en el hogar es benéfica  para la salud emocional; porque entre el humano y su mascota se desarrolla una relación afectiva generalmente armónica que la convierte en un amigo y un confidente.

Otras investigaciones han demostrado que las mascotas felinas devuelven la sonrisa a una persona deprimida, estimulan la socialización de alguien tímido, ayudan a controlarse a quien sufre de impulsos violentos, ayudan a bajar la presión arterial en las personas hipertensas y a relajar a las personas nerviosas.

Por increíble que parezca, otra ventaja que nos aportan los gatos, es descubrir la capacidad de aceptarse a uno mismo. Su amor y cariño siempre es incondicional y no distinguen entre las personas bajitas y altas; feas y guapos o entre los ricos y pobres.

Un estudio reciente publicado en el American Journal of Cardiology, descubrió que los dueños de gatos tenían significativamente menor probabilidad de morir dentro del periodo de un año después de haber sufrido un ataque cardiaco que aquellos que no tenían. La investigación explica que acariciar a un gato o escuchar su ronroneo, supone tener una vasodilatación de las arterias y vasos periféricos que favorece la relajación.

Sobre este mismo tema, un equipo de investigadores de la Universidad de California en los Ángeles, comprobó que una visita de al menos 12 minutos hecha por un gato o un perro a un paciente hospitalizado por un problema de corazón, consigue mejorar su función pulmonar y cardiaca.

Otra investigación publicada en el Journal of the American Geriatric Society, observó a casi 1mil hombres y mujeres con una edad promedio de 70 a 75 años y descubrió que aquellos que tenían un gato o un perro tenían mejor bienestar psicológico y eran capaces de realizar mejor las actividades diarias como: meterse y levantarse en la cama, prepararse comidas, bañarse, vestirse o caminar, que aquellos que no tenían mascota.

La comunidad científica llama “efectos positivos” a todas estos beneficios que los gatos aportan a los humanos y las clasifican en tres tipos: psicológicos, físicos y sociales.

En  las próximas notas revisión vamos a resaltar los beneficios específicos relativos a los gatos que aunque parecen ser similares, no son idénticos que los de los perros.

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