Pleitos familiares, cómo enfrentarlos en fiestas de fin de año
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No todo es amor y felicidad cuando las familias se reúnen. Y en ésta época de fiestas es común que haya pleitos o tensión en las reuniones familiares.
No todo es amor y felicidad cuando las familias se reúnen. Y en ésta época de fiestas es común que haya pleitos o tensión en las reuniones familiares.
Lo importante es entender por qué además de prepararnos para lidiar con ello.
Como seres humanos tendemos a darle más peso a nuestras diferencias que a nuestras similitudes. Especialmente, cuando las personas son físicamente muy parecidas y con muchas otras características comunes, se incrementa nuestro deseo de ser más individuales por lo que nos enfocamos en los puntos que marcan nuestras diferencias.
Supongamos que tú y un primo son tan parecidos que los confunden con gemelos. Él es muy conservador y tú lo opuesto, por lo que nadie te hace perder tus estribos más que él. Les puede gustar mucho el mismo vino, pero cuando empieza hablar de la familia tradicional pareciera que uno es Serbio y el otro Croata. Los psicólogos dicen que cuando nuestros familiares son distintos a nosotros de una forma negativa lo podemos considerar un reflejo de nosotros y puede ser imposible de soportar.
Los hábitos molestos de un miembro familiar también pueden irritarnos excesivamente. Que el Tío Pepe siempre cuente el mismo chiste año tras año nos puede caer en el hígado ya que parece que estamos destinados a pasar todos los feriados así. Y hay que recordar que los comportamientos repetitivos molestos suelen llevar a explosiones emocionales.
Además, no podemos pretender que las rivalidades entre hermanos terminaron en la niñez. Es más, se pueden exacerbar con el paso de los años y el distanciamiento. Y al reunirse como adultos, especialmente cuando hay distanciamiento, puede hacer que los resentimientos pasados salgan a flor de piel.
Sabiendo lo anterior, ¿qué podemos hacer para evitar los pleitos?
En reuniones familiares, intenta acercarte a las personas que te da gusto ver y evita pasar demasiado tiempo con las que te sientes incomoda o con las que tuviste un pleito hace décadas y no han podido resolver. Saluda a todos educadamente y mantente cerca de las personas que te hacen feliz.
Prepárate mentalmente para sobrellevar la noche o velada sin contratiempos y deja que todo lo que te digan o hagan se te resbale.
Otra estrategia es poner a todos a jugar juegos para evitar las conversaciones que típicamente nos llevan a los mismos problemas de siempre. Los juegos hacen más leve el ambiente y permiten sacar la agresión de una manera menos personal.
Finalmente, si tu familia te hace sentir realmente miserable, vete. No te sientas mal por querer estar en un lugar que te hace sentir más feliz.
