Hierbas de olor cultivadas en casa, opción que alivia al bolsillo y a la salud

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Los condimentos frescos o hierbas de olor poseen una gran cantidad de antioxidantes, aceites naturales y vitaminas que ayudan al cuerpo a defenderse de los gérmenes, elimintar las toxinas y fortalecer el sistema inmnológico. Desde la antiguedad las hierbas eran utilizadas para purificar el cuerpo, la mente e incluso el alma. Es importante conocer las propiedades de estos alimentos para sacarles el mayor provecho.  

Cultivar un huerto o jardín en casa es más sencillo de lo que pensamos; no se necesitan luces especiales, las plantas crecen con la resolana al colocárselas cerca de una ventana bien iluminada. Es fundamental que reciban buena luz solar, pero no debe ser  directa.

El riego debe ser constante y moderado. Cada planta tiene necesidades distintas, pero se pueden satisfacer observando y siguiendo un poco la intuición.

También es existen preparados que ayudan a germinar y fotalecer las primeras raíces; pueden conseguirse en algún vivero cercano o prepararse en casa con desechos orgánicos, que es lo más sano y recomendable.  Es importante elegir la maceta o contenedor donde vamos a plantar; hay plantas, como las hierbas de olor, que pueden plantarse juntas, sin embargo, la mejor opción es plantarlas separadamente en pequeñas macetitas y ponerlas juntas en una canasta que puede adornar nuestra decoración interior.

Estas son algunas hierbas de olor fáciles de plantar que darán un exquisito sabor a sus platos y ayudarán mucho a su salud:

Albahaca: sus hojas pueden usarse frescas en una salsa para pasta o ponerse a secar para condimentar carnes blancas. Ayuda a reducir la inflamación, tiene propiedades antienvejecimiento y es rica en antioxidantes.

Laurel: es común en la comida mexicana, se usa en sopas y guisados. Crece fácilmente y durante todo el año. Ayuda a los pacientes con diabetes y en el tratamiento de quienes tienen piedras en el riñón. También es un muy buen cicatrizante.

Eneldo: crece fácilmente, necesita mucho sol y poca agua. Es rico en antioxidantes, ayuda a preservar la memoria, es antiinflamatorio y ayuda con la diabetes y el colesterol alto. También es efectivo con los dolores de estómago, el asma y ayuda a prevenir la transpiración excesiva.

Menta: crece no tan rápido como las otras, pero es fácil de cultivar y da unas flores hermosas. Es antialérgico y ayuda a descongestionar las vías respiratorias. Es una hierba digestiva y alivia las picaduras de insectos.

Orégano: puede comenzar plantando a partir de una planta ya mayor o germinando desde el principio. El orégano es básico en la cocina, además tiene propiedades antibacteriales y antiinflamatrias y ayuda a prevenir el cáncer.

Ahora que lo sabe, anímese. Atrévase a sembrar su pequeño huerto casero: ¡manos a la obra!