Gilda Sánchez

Rosario Castellanos, celebridad de la semana


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• Un poco, se ha dicho, Rosario Castellanos, es nuestra Gabriela Mistral la gran poetisa chilena. Se le equipara también a las dos Simones, de Beauvoir y Weil, grandes intelectuales francesas contemporáneas de esta sobresaliente escritora mexicana.

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rosarioRosario Castellanos fue novelista, narradora, poeta,  promotora cultural, diplomática y, según muchos estudiosos de su obra, la escritora mexicana más importante después de Sor Juana Inés de la Cruz.

Una intelectual muy completa que desafió la ausencia de la mujer en la cultura mexicana a lo largo de su obra especialmente en sus artículos periodísticos. Castellanos desde su inicio como escritora, a sus 20 años todavía siendo estudiante de Filosofía y Letras en la UNAM, tuvo que luchar dentro de una sociedad que limita la participación de su población femenina y desprecia sus habilidades.

Una de las mentes más lúcidas que ha producido nuestro país es considerada parte de la vanguardia del feminismo a nivel mundial. En sus escritos sobresale una conciencia clara de lo que significa la doble condición de mujer y de mexicana.

Adelantada a su tiempo en sus ideas y talento literario para expresarlas, nació en la ciudad de México el 25 de mayo de 1925 y creció en Comitán, Chiapas de donde era  su familia.  Murió en  Tel Aviv el 7 de agosto de 1974 a causa de un desafortunado accidente  doméstico, siendo nuestra embajadora ante Israel.

A pesar de su tremenda contribución al pensamiento y a las letras, es una personalidad poco recordada si se tiene en cuenta su impresionante legado literario y político que nos ofreció desde sus primeros años de universitaria en la Ciudad de México hasta sus últimos como diplomática cuando enviaba contribuciones semanales para el diario Excelsior. En el interim Castellanos fue prolífica en su escritura de novelas, ensayos y poesía como Ciudad Real (Premio Javier Villaurrutia), Balúm Canán (Premio Chiapas) Oficio de Tinieblas, Mujer que sabe Latín, entre muchas otras.

A 30 años de su muerte, estudiosos y estudiosas de la obra de Rosario Castellanos afirmaron que ella es Plantearon también que todavía hay que seguir «buceando» en la obra de la escritora pues con sus ensayos la poetisa hizo diversas aportaciones a las letras mexicanas: «Ella fue una pensadora muy importante para México y nunca se limitó, era una intelectual muy completa y profunda, sin esta parte de su obra: sus artículos periodísticos, la visión sobre Castellanos quedaría incompleta».

Rosario describe vívidamente su importancia como mujer en el mundo, antes de emprender el oficio de escritora, dice Andrea Reyes, investigadora estadunidense y cita: «Escribo porque yo, un día, adolescente, / me incliné ante un espejo y no había nadie. / ¿Se da cuenta? El vacío. Y junto a mí los otros/ chorreaban importancia». Ella misma manifiesta su propia importancia, señala la investigadora.

Empieza a escribir ensayos en revistas literarias en 1947 cuando todavía es estudiante universitaria. «A través de su escritura, el uso de la palabra, Castellanos desafía la ausencia de la mujer en la cultura y se sitúa como una pensadora mexicana, con el inalienable privilegio y derecho a opinar» puntualizó Reyes, durante el Coloquio internacional en homenaje a Rosario Castellanos a 30 años de su muerte, organizado por el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer del Colegio de México (PIEM) y el Fondo de Cultura Económica (FCE), mismo que congregó a especialistas de diversos países del mundo.

En el coloquio, que duró tres días, se habló de la sensibilidad de la escritora para visibilizar y denunciar la opresión en que viven las y los indígenas; de la actitud feminista a favor de los derechos humanos de las mujeres. Se anunció también que con motivo de las tres décadas de su fallecimiento, el FCE publicó sus obras completas y pronto inaugurará una librería que llevará su nombre. Asimismo, pronto saldrá a la luz una colección titulada: Mujer de palabras: artículos rescatados de Rosario Castellanos, editado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conaculta).

Elena Urrutia, impulsora del homenaje, dijo que Castellanos »Era una mujer que traía de alguna parte la alegría, pese a su soledad y a su apariencia débil y frágil». Gabriel Guerra Castellanos, hijo de la autora de Balún Canán, expresó que aún está pendiente resolver las principales preocupaciones de su madre: la discriminación hacia los indígenas y las mujeres.tumba-Rosario-Castellanos

 

Hace 30 años, un 7 de agosto de 1974, Rosario Castellano, quien creía que en el mundo había »otro modo de ser humano y libre» falleció electrocutada en un accidente doméstico en Tel Aviv, donde era embajadora de México, desde donde enviaba textos literarios y ensayísticos.

Dolores Castro, amiga de Castellanos, agradeció a la que también se desempeñara como periodista, la disciplina que le dio para escribir y coincidió con la investigadora Carmen Galindo en que la narrativa de Castellanos posee un gran lirismo.

El escritor Carlos Monsiváis elogió el lenguaje «probadamente literario» de Castellanos y su actitud propositiva ante el entorno social chiapaneco, caracterizado por el racismo; la combinación poética de la angustia con el sarcasmo, la piedad, la sorna y la falta de devoción.

En tanto Carlos Montemayor propuso una reinterpretación narrativa de la dramaturga, quien también fuera maestra de la Facultad de Filosofía y Letras, y convocó a mirarla como una escritora de la opresión y condición femenina humana y no como escritora de novelas indigenistas: «Ella hablaba de la condición de la mujer, del sometimiento, la sumisión, el dolor y la marginación, pero también de su poder, de su capacidad de fabulación. El bosque del indigenismo quizá no ha dejado ver el árbol del mundo femenino recreado por ella».

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