Gilda Sánchez

Ser dependientes es el mayor temor de los adultos mayores


Comparte en tus redes sociales

Facebooktwitter

• El principal temor ante el envejecimiento es la perdida de la independencia, ya que conforme se va envejeciendo esta queda condicionada a algunos cambios estructurales y funciones del organismo, afirmó el geriatra José Antonio Kobayashi.

Decrease Font Size Increase Font Size Tamaño del texto Imprimir esta página

adultos mayoresEl especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, destacó que entre la tercera y cuarta décadas de la vida, el ser humano llega a una etapa equiparable a una meseta, tras la cual inicia un declive cuya severidad es proporcional al estilo de vida que tuvo esa persona durante su juventud.

Señaló que entre los primeros síntomas del envejecimiento figura la reducción de la flexibilidad articular que se traduce en menor agilidad en los movimientos y en dolor, pero también están los cambios en la capacidad visual.

“No podemos detectar el contraste o la profundidad, nos podemos encandilar más fácilmente al momento de pasar de una zona oscura a una de mayor iluminación, y si esto ocurre mientras se conduce un vehículo, hay propensión incrementada a sufrir un accidente”, dijo.

El médico del IMSS Jalisco dijo que en el miedo a envejecer influyen aspectos de estándares impuestos por la sociedad en los cuales predomina la juventud como sinónimo de éxito e independencia, sin dejar de mencionar la imagen decadente del adulto mayor que se proyecta en algunas series televisivas.

Kobayashi Gutiérrez citó que un caso típico de esta imagen distorsionada del adulto mayor se encuentra en la serie animada “Los Simpson”, en la que ponen al abuelo en un asilo, lo retratan tonto, sin dinero, dependiente de los hijos, se le ve como un estorbo, que huele mal.

“Eso es lo que los jóvenes extraemos de lo que vendrían siendo los medios, y pensamos que así son los adultos mayores, aunque en general no es lo habitual”, acotó.

Aseguró que tres o cuatro de 10 adultos mayores llegan a una pérdida importante de su independencia por alguna discapacidad y por lo general se trata de personas que, como se mencionó anteriormente, descuidaron aspectos básicos en sus estilos de vida.

“Si dormimos bien, si tomamos agua, si procuramos controlar el estrés, hacer ejercicio, tener relaciones afectivas exitosas, comer frutas y verduras y tratar de conservar nuestro peso, evitar el cigarro y el alcohol”, el proceso de envejecimiento y ese declive que inicia a partir de la cuarta década, será menos marcado, indicó.

De igual manera, aconsejó a quien convive con un adulto mayor, procurar con base en una comunicación directa, conocer las necesidades que éste tiene para sentirse y ser más independiente.

“Lo primero es hablar y no asumir. Preguntarle a nuestro adulto cómo poder ayudarlo. Qué le gustaría lograr y buscar los medios para conseguir brincar ese obstáculo que pudiera estar presentando”, recalcó el especialista.

Facebooktwitter

¿Tú que opinas? ¡Nos interesa mucho saberlo!