Gilda Sánchez

¿Cómo nacieron los villancicos música religiosa y popular?


Comparte en tus redes sociales

Facebooktwitter

• Estas melodías eran cantadas en fiestas populares, y en sus inicios carecían de la temática religiosa, por lo que sus letras reflejaban acontecimientos recientes del pueblo y de la región.

Decrease Font Size Increase Font Size Tamaño del texto Imprimir esta página

villancicos-314Las primeras composiciones que pueden denominarse con este nombre surgieron durante el renacimiento.

La palabra “villancico” proviene de ser entonadas por los villanos o habitantes de las villas (campesinos o habitantes del medio rural), denominación creada para diferenciarlos de los nobles o hidalgos. En España, el origen de los villancicos se halla en una forma de poesía influida por composiciones tradicionales de origen mozárabe y cultivada en Castilla.

El villancico más antiguo data del siglo IV, es el “Jesus refulsit omnium” atribuida a San Hilary de Poitiers. Más tarde, la música navideña cristiana del Medioevo, siguió las tradiciones del “Canto Gregoriano”, mientras que en el Renacimiento italiano, surgió una forma de canciones navideñas más alegre y juguetona. De algún modo, ellas se acercan más a los posteriores villancicos que hoy conocemos.

A partir de la segunda mitad del siglo XVI las autoridades eclesiásticas comenzaron a promover como una medida evangelizadora el uso de música en lengua vernácula en los oficios religiosos, especialmente durante las fiestas del calendario religioso, sobre todo en Navidad y el Corpus Christi.  Estas piezas se cantaban en la misa de mañana de estas festividades.

En el siglo XVII el villancico es un género sumamente popular, y para entonces constituirá la mayor parte de la producción musical española de la época. Se componen multitud de villancicos devocionales para las distintas festividades religiosas tales como la Asunción, la Inmaculada Concepción, La Epifanía o festividades de santos además del Corpus Christi o la Navidad.

En la América colonial el villancico siguió un desarrollo paralelo al de la península y fue valorado como medio evangelizador, incorporaba el lenguaje y ritmos de las formas locales, incluyendo con frecuencia palabras en idiomas indígenas, vocablos africanos o jerga de los dialectos europeos. Entre estos figuran los llamados villancicos de negro o negrillos en los que se imita el sonido de los dialectos africanos con onomatopeyas. Entre estos son particularmente conocidos los de Sor Juana Inés de la Cruz.

Facebooktwitter

¿Tú que opinas? ¡Nos interesa mucho saberlo!