Loreto y Peña Pobre, breve historia de un espacio emblemático al sur de la ciudad de México
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• Para quienes hemos vivido desde siempre en el sur de la ciudad de México, estos nombres nos evocan una leyenda urbana poco descifrada pero significativa. Lo poco que se llega a saber es que había ¿una o dos? fábricas de papel. ¿Una Loreto y otra Peñapobre? Realmente una y dos. Me explico:
Loreto una y Peña Pobre otra, aunque la razón social desde la segunda década del siglo XX era una sola: Fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre, S. A., constituida por dos instalaciones con tremendas historias cada una.
El ingeniero Albert Lenz, nieto del dueño de la empresa, nos cuenta que originalmente, Loreto se convirtió en molino para elaborar papel y fue puesta en marcha como la primera fábrica de su género en el México independiente a mediados del siglo XIX, por José Manuel Zozaya, embajador y ministro de México en los Estados Unidos.
Posteriormente a la conquista, en el siglo XVI, Loreto era sólo parte de un predio ubicado en la antigua Villa de Coyoacán, aclara Lenz. Aquí fue donde se estableció el molino de trigo Miraflores en 1565, propiedad de Martín Cortés, hijo del conquistador de la Nueva España, Hernán Cortés. Probablemente fue hasta finales del siglo XVIII, cuando este molino de trigo fue rebautizado como el Molino de Nuestra Señora de Zacayuca y continuó su operación.
Nuestro entrevistado nos cuenta que hace más de cien años, en 1905, la fábrica sufrió un severo incendio que acabó con la maquinaria, por lo que sus dueños la vendieron en ruinas a su abuelo Alberto Lenz, un emigrante alemán quien volvió a poner en marcha exitosamente la fábrica de papel. Construyó nuevos edificios para la manufactura de papel encerado, crepé, higiénico, y para toallas y servilletas, además de bolsas de papel para abarrotes y envoltura de cemento. En 1928 se constituyó la sociedad anónima de Fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre.
Cuatro años antes, Lenz, había adquirido la Hacienda de Peña Pobre, donde se encontraba la otra fábrica, fundada desde 1845 en una zona boscosa en la que abundaban los pinos, oyameles, cedros y abundante agua de corrientes subterráneas provenientes del Ajusco que brotaba de manantiales y formaba un lago artificial donde se recuperaba la fibra de la celulosa, añade su nieto.
Dice éste que a finales de los años treinta, Walter Lenz, hijo del fundador, realizó una gran labor de reforestación en los cerros de Zacayuca (Bosque de Tlapan) y el Zacatepetl.
En la fábrica de Loreto, el Río Magdalena era la fuente de suministro de agua, insumo básico de esta industria. Ahí se encontraba la casa principal de la familia Lenz en el mismo edificio que alberga hoy día al Restaurant La Taberna del León. Donde se encuentra la tienda Mixup, estaban las calderas y alrededor había una gran huerta con manzanos, ciruelos, perales y duraznos entre otros árboles, nos explica el ingeniero.
La sociedad anónima Loreto y Peña Pobre continuó con sus actividades hasta los años ochenta cuando fue adquirida por el empresario Carlos Slim. Al dejar de ser productivo el inmueble de la fábrica de papel Loreto, Slim decidió rescatarlo para convertirlo en centro cultural y comercial. Las instalaciones de Peña Pobre fueron también transformadas en centros corporativo y comercial.
De ambas fábricas se conservaron partes simbólicas de la maquinaria y construcción, las cuales se exhiben actualmente en cada una de las dos Plazas.
La zona de Peña Pobre fue transformada en una área de rescate ecológico e histórico y sus instalaciones se convirtieron además de un centro de recreación, en un gran espacio corporativo donde la emblemática chimenea de 96 metros de altura, utilizada antaño para procesar la celulosa, es ahora símbolo de una nueva época.
