Adopta la cultura de foto protección para aminorar el riesgo de cáncer de piel
• Cuando nos exponemos a los rayos del sol los lunares congénitos son mucho más propensos de desarrollar el cáncer más agresivo de la piel.
Los lunares con los que nacemos, conocidos como nevos melanocíticos congénitos, son particularmente sensibles a desarrollar cáncer en la piel cuando son expuestos a las radiaciones ultravioleta del sol.
Estas manchas, suelen ser grandes –llegan a medir más de 20 centímetros–, a diferencia de los nevos melanocíticos adquiridos, lunares que aparecen y desparecen en el transcurso de la vida como lesiones benignas en la piel y que no miden más de seis milímetros.
Al exponerse a las radiaciones ultravioleta estos lunares congénitos tienen un riesgo más elevado de desarrollar melanoma, que es el cáncer más agresivo de la piel, ya que se disemina rápidamente y cuando se detecta, muchas veces ya hizo metástasis (propagación de un foco canceroso a un órgano distinto de aquel en que se inició).
Este tipo de tumores son tan peligrosos que en poco tiempo, una lesión tan pequeña, como de un centímetro de diámetro, pone en riesgo la vida de un paciente. Generalmente es necesario amputar la extremidad o la parte donde se encontró ese lunar.
La radiación ultravioleta que recibe la piel es acumulativa. En los primeros 18 años se acumula la mitad de la radiación que se recibe durante toda la vida, y si a temprana edad no se tiene la cultura de la fotoprotección, se corre el riesgo de la aparición de cáncer de piel en forma prematura.