Gilda Sánchez

Efecto nocebo: el poder negativo de la mente sobre la salud


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• Todos hemos escuchado hablar sobre el efecto placebo, ese mecanismo psicológico que hace que un paciente sienta una mejoría o alivio de sus síntomas después de ingerir una sustancia inocua creyendo que es un medicamento. Las expectativas de los pacientes son un factor fundamental en la aparición del efecto placebo.

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adultosUn estudio realizado por un grupo de neurólogos de la Universidad de Michigan, liderado por el investigador David Scott, reveló que cuando una persona confía en que la medicina que está tomando va a tener un efecto positivo en su salud, se activa en su cerebro la región encargada de segregar sustancias como la dopamina, que posee un importante efecto analgésico, razón por la cual, efectivamente, sus síntomas mejoran.

Pero ¿qué sucede si, por el contrario, el paciente desconfía de su tratamiento y duda que el medicamento surta efecto? El miedo a padecer una enfermedad o al tratamiento que debe seguirse puede causar que los síntomas reales se agraven o que aparezcan unos nuevos sin una razón clínica, sino más bien psicológica. Este fenómeno es conocido como el efecto nocebo. El neurólogo alemán Magnus Heier asegura que, en principio placebo y nocebo se relacionan con el mismo efecto, solo que uno es positivo y el otro es negativo y que ambos nos afectan justo donde es más difícil de controlar: en nuestro inconsciente.

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¿Le ha sucedido que al leer los posibles efectos secundarios de un medicamento siente temor o ansiedad y le parece que sus síntomas iniciales empeoran? Según un informe de los investigadores Luana Colloca, de los Institutos Nacionales de Saldud de Estados Unidos, y Damien Finns, de la Universidad de Sidney, en Australia, tanto el efecto nocebo como el placebo son el resultado directo del contexto psicosocial, del medio ambiente terapéutico e incluso de los efectos que causan las sugerencias verbales o las extremas precauciones y adevertencias incluidas en los medicamentos.

¿Cómo combatir el efecto nocebo?

Tener expectativas negativas sobre un tratamiento médico puede ser decisivo para la salud; tener miedo a contraer una enfermedad a veces resulta tan peligroso como el mismo virus. Es necesario informarnos y recordar que el control sobre nuestros pensamientos está en nosotros. Está comprobado que una actitud positiva incide directamente en la mejoría del paciente; la disposición y la voluntad son ingredientes fundamentales para que cualquier tratamiento sea exitoso.

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