Gilda Sánchez

El equinoccio de primavera… ¿la sangre altera?


Comparte en tus redes sociales

Facebooktwitter

Las fases de la luna, equinoccios y solsticios solares, marcan fases de inicio y terminación coincidentes, en gran medida, con los ciclos humanos.

Decrease Font Size Increase Font Size Tamaño del texto Imprimir esta página

Las fases de la luna, equinoccios y solsticios solares, marcan fases de inicio y terminación coincidentes, en gran medida, con los ciclos humanos.

Parecería que nuestros impulsos inconscientes nos guían para armonizarnos con estas fuerzas misteriosas que EQUINOCCIO-2intervienen en nuestra vida. Este viernes, 20 de marzo, inicia el equinoccio de primavera.

Equinoccio es una palabra que viene del latín y significa día igual a noche. Y aunque la luz le ha estado ganando terreno a la oscuridad desde el solsticio de invierno es a partir de ahora cuando lo hará más rápidamente.

Las cuatro estaciones que conocemos existen porque nuestro planeta está inclinado unos 23 grados, y esto supone que los rayos solares no llegan con la misma intensidad durante la traslación de nuestro planeta alrededor del astro rey.

Cada día que pasa el Sol sale antes y se pone después, aproximadamente unos cinco minutos. También calienta más ya que  en el equinoccio de primavera el Sol está cada vez más alto sobre el horizonte y sus rayos son más perpendiculares, ocupan un área pequeña y por tanto hace más calor. A diferencia en el invierno cuando el sol está más bajo y sus rayos son más oblicuos y al distribuir la misma cantidad de calor en un área mayor hace más frío.

La hormona de la felicidad se disparaFlorist

Si tuviésemos que relacionar cada estación con un estado de ánimo podríamos vincular, por ejemplo, el invierno con la apatía. Normal, con tanta frío. Y de la misma forma la primavera con la excitación por los colores que empiezan a aparecer.

En la estación que da comienzo en el equinoccio, la primavera, resulta que sí nos sentimos mejor, no tanto porque el sol empieza a calentar sino porque hay más luz.

Esa luminosidad aumenta los niveles de serotonina, la hormona de la felicidad que a su vez activa una especie de reloj interno que altera nuestro ánimo.

Estamos más energéticos. De hecho hay una expresión que trata de reflejar lo que ocurre: «la primavera la sangre altera».

Facebooktwitter

¿Tú que opinas? ¡Nos interesa mucho saberlo!