Gilda Sánchez

Fácil resucitación cardiopulmonar (RCP) para salvar la vida


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• Generalmente las ambulancias tardan diez minutos en llegar a las víctimas de paros cardiacos. Sin RCP, no podría sobrevivir ya que el cerebro empieza a morir a los cuatro minutos de haberse interrumpido la circulación; y a los diez minutos, aun si se logra reanimar a la persona, se producirán extensas lesiones en ese órgano.

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CardiopulmonarAntes que nada, cerciórese de que la persona está inconsciente. Luego asegúrese de que no está respirando  y  no tiene pulso (para ello, pálpele una de las arterias carótidas, que se encuentran a los lados del cuello).

Sin estas tres condiciones no debe aplicar la RCP.  La RCP sirve para ganar tiempo por lo que debe llamar una ambulancia tan pronto la víctima haya sufrido el ataque.

Ni la mejor técnica de resucitación puede activar la circulación al grado en que lo hace un corazón sano, pero por lo menos permite mantener oxigenados el cerebro y otros órganos vitales hasta que el personal médico de urgencia restablezca el latido cardiaco mediante las descargas eléctricas de un desfibrilador.

Para aplicar la RCP, coloque al paciente boca arriba y ponga en práctica este procedimiento:

Actualmente aplicar la técnica de RCP es tan fácil como recordar las letras A, B y C:

Estos son sus 3 pasos…

La A significa abrir las vías respiratorias del paciente echándole la cabeza hacia atrás.

La B significa darle respiración boca a boca: mientras se le aprieta la nariz para que se escape el aire, hay que soplarle lentamente en la boca hasta distenderle el pecho, dejar que espire y repetir la operación una vez más.

La C significa activar la circulación; es decir, comprimir 15 veces la zona media del pecho, entre las tetillas o los pezones, para impulsar la sangre a todo el cuerpo.

Después de completar cuatro ciclos de respiraciones y compresiones, vuelva a comprobar si el paciente tiene pulso; de ser así, verifique si está respirando. Si hay pulso pero no hay respiración espontánea, continúe con la respiración artificial, sin dejar de vigilar el pulso.

Una vez que los dos signos vitales estén presentes, se puede suspender la RCP, aunque habrá que seguir vigilando el pulso y la respiración con regularidad, pues el corazón de la víctima podría volver a detenerse.

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