¿Qué asusta a los adultos mayores?
Comparte en tus redes sociales
Consejos para superar algunos de los principales temores que aquejan a nuestros adultos mayores.
Hay cosas más escalofriantes para los adultos mayores que el calentamiento global o monstruos en el clóset. Aquí presentamos una lista de lo que realmente hace que tiemblen las rodillas de los que tienen más de 50 años. La buena noticia es que tenemos herramientas a nuestra disposición para disminuir el poder que estos miedos tienen sobre nosotros.
En primer lugar nos preocupa una memoria en declive. Empezar a olvidar las cosas puede señalar inicios de demencia o enfermedad de Alzheimer.
¿Qué podemos hacer? Podemos preservar la salud mental comiendo menos grasa saturada proveniente de los productos animales, que hacen que el cerebro produzca una proteína que contribuye a la enfermedad de Alzheimer. En lugar, podemos consumir alimentos buenos para el cerebro ricos en Vitamina E, como son las nueces, verduras, frijoles, frutas y granos enteros. También es importante hacer ejercicio, dormir bien y hacer cosas nuevas.
En segundo lugar nos asusta la soledad. Las personas arriba de 50 años están viviendo más tiempo, pero también alejados de sus familias, o divorciados o separados, o viudos. En general, los mayores interactúan con menos personas. Las personas que se sienten solas tienen mayor riesgo de desarrollar demencia y otros problemas de salud.
Para disminuir la soledad hay que intentar hacer nuevos amigos. Se puede inscribir a clases, interactuar más en medios sociales en internet e ir al gimnasio. Hay que tratar de vivir cerca de sus amigos y familia. También se puede considerar vivir en una comunidad o con uno o dos compañeros de casa.
Otro temor es la deuda y la falta de ahorros. Muchos adultos mayores piensan seguir trabajando a una edad avanzada para completar sus gastos, pero para ello es necesario tener buena salud y un buen empleo, cosas que no son seguras. Podemos ayudarnos al reducir nuestras deudas, especialmente las de tarjeta de crédito que conllevan intereses altos. También hay que ahorrar más al recortar gastos en cosas innecesarias.
En cuarto lugar, las enfermedades y la fragilidad física son otros de nuestros miedos. La gran parte de los adultos mayores están pasados de peso, tienen presión alta, diabetes, colesterol elevado, y dolores de espalda, rodillas o pies. Hay que ayudarnos modificando algunos de nuestros hábitos. Podemos incrementar nuestro consumo de aceite de oliva, pescado, verduras y frutas y disminuir la cantidad de azúcar y sal que usamos. También es bueno sentarse menos y moverse más.
Finalmente, lo que más nos aterra es la muerte, que cada día está más cercana. Para atenuar este temor, podemos analizar cómo nos gustaría pasar la segunda mitad de nuestras vidas. Hay que conectarse con la parte más vibrante que tenemos, la que le gusta la aventura, el aprendizaje y que permite que sus sueños y pasiones los impulsen. Es magnífico practicar el perdón, de uno mismo y de los demás, y dejar de pelearse con sus enemigos. Y recordar que el enojo y la hostilidad son nuestros peores enemigos.
