Gilda Sánchez

El ejercicio como clave de salud en el adulto mayor


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El ejercicio físico es un papel muy importante que desempeña en el bienestar emocional de hombres y mujeres de la tercera edad.

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Senior Man Exercising In ParkDe acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), más del 40 por ciento de hombres y 60 por ciento de mujeres de la población mexicana no desarrolla ejercicio físico, lo que ha incrementado en los últimos años la cantidad de personas que viven con sobrepeso y obesidad, condiciones que originan enfermedades metabólicas y coronarias, fundamentalmente.

En este mismo reporte se señala que quienes acceden a la actividad física lo hacen por salud (66.4%), por diversión (16.6%), y para tener un mejor aspecto (13.1%). Otras razones (3.4%) son desconocidas.

Los lugares preferidos para ejercitarse son las instalaciones o los sitios públicos (69%), en tanto que el porcentaje restante acude a sitios privados, gimnasios, lugares de trabajo o domicilios particulares.

Lo cierto es que vivimos en un medio social que motiva el sedentarismo. El cambio en los hábitos de vida propicia que las personas se muevan menos, asuman dietas poco saludables y sustituyan los tiempos de esparcimiento físico por la atención dedicada a los medios de comunicación, los tradicionales o los tecnológicos.

En el adulto mayor el problema del sedentarismo se convierte en un factor coadyuvante de múltiples patologías, tanto físicas como emocionales. Se ha documentado el papel precursor de la obesidad como generador de diabetes, enfermedades cardiovasculares y  trastornos del sistema óseo, entre otros. Muchos padecimientos que aquejan a las personas en su adultez mayor podrían ser prevenidos con una rutina sistemática de acondicionamiento físico que evite situaciones ya comunes como la descalcificación y los trastornos articulares.

No menos importante es el papel que desempeña el ejercicio físico en el bienestar emocional de hombres y mujeres de la tercera edad. Se ha comprobado que la producción de endorfinas que son liberadas con la actividad física hace que las personas sientan armonía, equilibrio, concentración, alivio de tensiones y alegría.

Desgraciadamente, la prescripción médica de ejercicio se da cuando la enfermedad está más que instalada, por lo que resulta necesario trabajar desde los primeros años de crianza en la incorporación del deporte como parte un estilo de vida saludable.

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