El valor de ser voluntario para el bienestar de los mayores
Comparte en tus redes sociales
• Un bienestar de doble vía. El voluntariado del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) promueve el bienestar de los adultos mayores; les lleva alegría y comparte buenos momentos con ellos. Al mismo tiempo los voluntarios disfrutan la experiencia de compartir. Esas son, entre otras, algunas de las actividades que los voluntarios del Instituto realizan en albergues y asilos.
Por extraño que parezca, 60 de cada 100 personas de la tercera edad que ingresan a los centros gerontológicos del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), sufren rechazo o abandono total o parcial der parte de su familia, especialmente, de sus hijos. Además carecen de recursos económicos, según información del propio sistema.
Los voluntarios del INAPAM, acuden a los albergues y conviven con los adultos mayores, quienes narran con entusiasmo anécdotas de cuando eran niños, jóvenes, pero también vivencias recientes.
También, disfrutan los juegos de mesa; juegan lotería y dominó con los voluntarios que los visitan, y los ganadores reciben golosinas y chocolates, a modo de premio.
Carmen Rocillo es una adulta mayor entusiasta, que ya rebasó los 100 años. Carmelita, como la conocen en el albergue Moras, ganó muchos dulces durante las sesiones de juego con los voluntarios del INAPAM, quienes visitaron recientemente ese centro, para convivir con los residentes.
Carmelita se distingue por buscar la empatía con sus compañeros. Ha sido una mujer con gran capacidad de trabajo; maquiló por más de cincuenta años a tiendas como el Palacio de Hierro, y vivió gran parte de su vida en un cuarto pequeño, hasta arriba de un edificio, lugar que añora y recuerda como “un rincón cerca del cielo”.
Así como Carmelita, muchas personas mayores de 60 años necesitan alguien que los escuche y los anime.
Para el voluntariado del INAPAM es importante que más personas se integren a esta noble causa, no importa la edad, lo que cuenta mucho es la actitud y tiempo por compartir. Ser voluntario beneficia a los demás y a uno mismo, pues fortalece los vínculos con los demás, y aumenta la autoestima y la satisfacción personal.
Acércate y participa. Si no puedes acudir, sé solidario donde quiera que estés. Tiende la mano a un adulto mayor que esté cerca de ti y que sepas que necesita ayuda o, simplemente, escúchalo. Recuerda, “hoy por ti, mañana por mí”.
Link: Voluntariado del Inapam
