Gilda Sánchez

Ser ‘cerillos’ es una forma de completar la pensión


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• México es la segunda economía latinoamericana con un PIB per cápita superior a los 10 mil dólares pero sólo paga pensiones a 25 por ciento de sus 11 millones de personas de la tercera edad.

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cerilloLas razones de que tan pocos tengan pensión van desde que fueron trabajadores del mercado informal o porque no lograron cotizar el tiempo mínimo estipulado o bien, como muchas de las mujeres, se dedicaron al hogar.

Cerca de 22 mil adultos mayores en la Ciudad de México trabajan como “cerillos” empaquetadores en tiendas de autoservicio con el objetivo de completar con las propinas lo que reciban de su pensión.

La mayoría de los adultos mayores en nuestro país cuenta sólo con una escolaridad de tercero de primaria y las propinas que reviven como empaquetadores en los supermercados van de los 148 a los 296 pesos diarios, lo cual supera el salario base de un empleado promedio y les permite seguir cobrando su pensión.

A pesar de trabajar como “cerillos” muchos ancianos no completan ni así la pensión que necesitan y se dedican al comercio informal o tienen empleos complementarios ofertando servicios.

El panorama a futuro para los jubilados mexicanos no es alentador además otro factor de desventaja es que la edad genera discriminación laboral.

La mitad de las personas mayores que trabajan en la actualidad lo hacen de manera informal. Diariamente en México 800 adultos cumplen todos los días 60 años.

 

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