Seis consejos prácticos para cuidadores

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Cuidar a una persona mayor puede ser una tarea difícil que llega a ser abrumadora, ya que la persona encargada de brindar los cuidados tiene que enfrentarse a cambios en el nivel de capacidad,  una extrema dependencia y personalidades difíciles, entre otros retos.

Ante ello, preparamos una lista de consejos prácticos para enfrentar esta labor.

1. Deja hablar al adulto mayor. Hay ocasiones en las cuales lo que tenga que decir la persona que cuidamos puede resultar difícil de escuchar, especialmente cuando la conversación trata de temas como la muerte y las preparaciones para el final de su vida. Sin embargo, es muy necesario que la persona mayor se pueda descargar y tenga con quien compartir. Hay que hacer a un lado nuestro egoísmo y temores y prestar nuestros oídos.
2. Pide apoyo a un sacerdote, rabino o guía espiritual. Es normal cuando las personas están próximas a morirse que tengan mucha ansiedad sobre lo que pasará después de la muerte. Estas preguntas pueden ser muy difíciles de contestar y es mejor pedirle apoyo a una persona que tiene más experiencia sobre que decir.
3. Permite el llanto. Casi todos estamos acostumbrados a tratar de detener el llanto tanto nuestro como de las personas que no queremos ver sufrir. Pero las lágrimas pueden ser muy sanadoras. Déjalas fluir.
4. Pide ayuda. La carga de cuidar a un adulto mayor puede ser extrema y no tiene nada de malo pedir ayuda en las tareas diarias. También se vale pedir que alguien lo escuche para poder desahogarse. Es útil platicar con personas que han atravesado por la misma situación.
5. Toma tiempos para ti. No dejes de hacer actividades importantes para ti, y hazlas sin sentir culpa. No puedes ser un cuidador efectivo si no empiezas por cuidarte a ti mismo. No dejes de dormir bien, hacer ejercicio y de atender a tu familia.
6. Aprende a decir NO. Sabemos que el tiempo es limitado y no nos alcanza para todo. Es importante ordenar nuestras prioridades y dejar de hacer algunas cosas mientras cuidamos a un ser querido. En algún momento podremos regresar a hacer lo que antes podíamos.