Henri Cartier – Bresson/ La mirada del siglo XX
Su carrera artística comienza desde 1920, como aficionado a la pintura y la fotografía, y se fue desarrollando a partir de algunos momentos claves como el viaje a África en 1930-1931.
La obra fotográfica de Henri Cartier-Bresson es el resultado de una clara predisposición artística, un aprendizaje perseverante, algo del espíritu de su tiempo, aspiraciones personales y numerosos encuentros
Su carrera artística comienza desde 1920, como aficionado a la pintura y la fotografía, y se fue desarrollando a partir de algunos momentos claves como el viaje a África en 1930-1931. Su obra revela la huella de su amor por el arte, de las horas pasadas leyendo o mirando cuadros en los museos. Su estilo quedó profundamente marcado por la enseñanza del cubista André Lhote y el trato con sus amigos norteamericanos, sobre todo el fotógrafo Julien Levy, con quien se inicio en los placeres de la composición, pero también Peter y Gretchen Powell, Harry y Caresse Crosby y -estos últimos fueron quienes le descubrieron las fotografías de Eugène Atget y las de la Nueva Visión-. El primer Cartier-Bresson resulta una compleja alquimia de estas diversas influencias.
“Para mí, la cámara de fotos es un cuaderno de esbozos, nada más. Y un esbozo no es un dibujo, es algo inmediato. Pero posee todas las cualidades de algo tomada del natural. Captar las cosas del natural, cuerpo a cuerpo.”
– Henri Cartier-Bresson.
Muestra fotográfica
Palacio de Bellas Artes del 2 de febrero al 17 de mayo del 2015.