Malinalco, pueblo mágico

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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“La denominación pueblos Mágicos, reconoce a quienes habitan estas ciudades y el trabajo que han desarrollado para proteger y guardar su riqueza cultural. Se han nombrado Pueblo Mágicos a varias poblaciones en todo el territorio mexicano.

El entorno de cada uno de ellos varía desde unos con fuerte influencia del pasado indígena, otros con un gran legado del antiguo imperio colonial español, hasta los que mantienen y preservan tradiciones seculares y ancestrales o son sede de importantes lugares de acontecimientos históricos en la vida de México.

Malinalco es un pueblo mágico y es considerado una de las poblaciones más interesantes del Estado de México. Se ubica a 70 kilómetros de la ciudad de Toluca y a unas dos horas y media en coche desde la Ciudad de México. Además de su cercanía a la capital su clima agradable de calor húmedo y moderado y sus atractivos ambientales lo ha convertido es un lugar de fin de semana  ideal para muchos.

Ubicado en el punto donde se vinculan el eje neovolcánico transversal y la sierra norte del estado de Morelos, es una comunidad que tiene bellos paisajes silvestres, una historia prehispánica rica y una relevante herencia arquitectónica.

Posee además una infraestructura turística razonable donde abundan diminutos hoteles, posadas y restaurantes de excelente calidad. Su ángulo más atractivo es un ambiente plácido dónde destacan sus calles, sus construcciones arqueológicas y sus tradiciones.

Su tradicional tianguis, que se instala domingos y  martes, ofrece productos hortícolas de la región, como vegetales y legumbres frescas, así como también algunos exóticos frutos, particulares de esta zona del país.

El sitio arqueológico de Malinalco fue habitado por las culturas matlatzinca y azteca, aunque, en tiempos prehispánicos, esta zona mexiquense, también estuvo poblada por los teotihuacanos y los toltecas. Se localiza en lo alto de un cerro conocido como el Cerro de los Ídolos, al oeste del poblado. Tiene varias edificaciones, relevantes, como la llamada “Casa de las Águilas y los Tigres”, también una pirámide- templo construida directamente sobre la rocosa ladera del cerro que fungía como espacio ceremonial para los antiguos mexicanos.

Otros atractivos turísticos de Malinalco son el complejo conventual de la Capilla de Santa Mónica, el Templo del Divino Salvador y el ex Convento de la Transfiguración. Este último, especialmente, posee un patio vasto y bello, con abundantes arcos, detalle singular de la arquitectura novohispana. Los techos y muros de este edificio sacro, se encuentran adornados con preciosos murales trabajados al fresco con detalles barrocos que aluden caprichosas formas vegetales.