Nuestro cerebro y el arte, una relación muy fructífera

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Sin la menor duda, el arte en todas  su manifestaciones–desde la arquitectura hasta la moda– ha contribuido a nuestra identidad, a quiénes somos, cómo somos como sociedad; pero más allá de apreciarlo y enriquecernos con él, es importante preguntarnos si la ciencia puede medir el efecto que la creación artística tiene sobre nosotros.

La respuesta es que sí. Un estudio de la Universidad de Westminster encontró que el arte definitivamente disminuye los niveles de estrés y, puesto que muchos de nuestros problemas de salud se derivan por causa de altos grados crónicos de tensión, incluyendo la ansiedad, problemas de sueño y de memoria, el arte tiene un impacto muy benéfico sobre nuestra salud.

Esta investigación también descubrió que nuestros cerebros están diseñados para procesar el arte. Los neurocientíficos han comprobado que las áreas de nuestra mente involucradas en procesar emociones y las que activan nuestras sensaciones de placer, se activan al contemplar arte. Es decir, que no se necesitan estudios de historia del arte para comprender una pintura u otra creación artística; sorprendentemente nuestro cerebro lo hace por nosotros sin que tengamos que concentrarnos en ello.

Además resulta muy interesante que al parecer los mayores beneficios que sustraemos del arte se dan cuando somos nosotros mismos quienes lo producimos. Otro estudio que se publicó el año pasado y que abarcó  a un grupo de recién jubilados, encontró que la producción de arte visual mejoraba la resistencia psicológica, incrementaba la actividad cerebral y mejoraba la memoria.

Es fácil dar por hecho que ya que tenemos arte alrededor de nosotros esto va a favorecer nuestra salud, sin embargo dados estos hallazgos tan valiosos no debemos de dejar de aprovecharlos para nuestro deleite y nuestra salud.  Por ello no se te olvide incorporar al arte lo más que puedas en tu vida.

Haz dibujos, esculturas, toma fotografías o ve a un museo, para mejorar tu función cerebral y reducir tus niveles de estrés.