Gilda Sánchez

Las personas conflictivas ¿te atraen? Ve porqué


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Alejandro Jodorowsky nos ilustra respecto de por qué a veces nos sentimos atraídos por personas que sólo nos provocan problemas

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  • Alejandro Jodorowsky  nos ilustra respecto de por qué a veces nos sentimos atraídos por personas que sólo nos provocan problemas

 

Las relaciones personales afectivas nos pueden parecer a veces como la suma de instantes placenteros, gratos, amorosos. Estamos con nuestros amigos, nuestra pareja, quizá incluso nuestra familia, y consideramos que vamos a mantenernos en la cresta de la ola, por decirlo de algún modo, siempre en el éxtasis y la satisfacción.

Una de nuestras tendencias es apartar con desagrado todo aquello que nos disgusta, incluso si se trata de una relación, incluso si esa relación tiene otras cualidades que sí colman nuestro deseo –por decirlo así.

El amor también tiene sus negatividades.    Podría decirse incluso que  no hay amor sin negatividad, pues en el amor también hay arrebatos, celos, temores, incluso cierto grado de violencia, todo ello porque en el corazón del amor reside su cualidad esencial: que se trata de un (des)encuentro con el otro, con quien siempre nos encontramos en tensión porque justamente es alguien que es distinto a nosotros.

Sólo que, nos dice Byung-Chul Han,  autor de La agonía del Eros, la negatividad propia nos hace no recibir de buen grado la diferencia y, más bien, queremos vivir en un perpetuo infierno de lo igual. Al amor se le desarma, se le liman las uñas y los dientes para dejarlo en la indefensión de la positividad, como si siempre todas las relaciones amorosas tuvieran que ajustarse a una “fórmula de disfrute”. “De ahí que deba engendrar ante todo sentimientos agradables. No es una acción, ni una narración, ni ningún drama, sino una emoción y una excitación sin consecuencias”, nos dice el filósofo.

Alejandro Jodorowsky nos dice a propósito de  las “relaciones problemáticas” que todos las relaciones amorosas tienen una parte oscura y ciertos vínculos son más problemáticos que otros. “El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”, dijo alguna vez Carl Gustav Jung, pero quizá cabría agregar que algunas de esas reacciones son explosivas, fulminantes, perturbadoras.

Jodorowsky  considera que al contrario de lo que podría esperarse –una caricia verbal, un buen consejo– esos problemas de una relación son un aguijoneo que nos puede llevar a evolucionar en nuestro proceso de vida. Por eso las relaciones amorosas duraderas son importantes para el crecimiento personal interno.

Byung-Chul Han nos advierte: “La fuerza de la negatividad consiste en que las cosas sean vivificadas justamente por su contrario”.

 

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