Gilda Sánchez

Con los años nuestro cerebro se vuelve más vulnerable a los engaños


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El prototipo de víctima para el fraude financiero son los hombres de 60 años de edad, que han realizado inversiones y tienen experiencia

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Un estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) presenta que las personas mayores son más vulnerables ante un estafador, debido a que con los años al cerebro no le resulta tan sencillo discernir correctamente entre fisionomías de personas sinceras y personas que engañan.

Para realizar la investigación, Shelley E. Taylor, miembro de la Academia Nacional de Ciencias y directora del Laboratorio Social de la UCLA de Neurociencia y sus colaboradores realizaron dos estudios.

Uno de ellos consistió en mostrar 30 fotografías de rostros a personas mayores, con edades entre los 55 y 84 (edad mujermedia 68), y más jóvenes (edad media 23) para que los clasificaran entre confiables o no. Los rostros fueron seleccionados intencionalmente para que tuvieran expresiones que despertaban confianza, neutralidad o sensación de poco fiables.

Los jóvenes y mayores reaccionaron de manera muy similar a las caras de confianza y rostros neutrales. Sin embargo, ante los rostros de poca confianza, los más jóvenes reaccionaron fuertemente, mientras que los mayores no lo hicieron, pese a que las señales faciales eran bastante fáciles de distinguir.

El segundo estudio se llevó a cabo en el Ahmanson-UCLA Lovelace Brain Mapping Center. En esta oportunidad se observó a través de imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI) los cerebros de los participantes mientras miraban los rostros. En el caso de los más jóvenes, se activaba la ínsula anterior cuando estaban haciendo las calificaciones de los rostros y especialmente al ver los rostros de poca confianza. En contraste, los adultos de edad avanzada presentaban poca activación de esta área.

cerebro

 

Esta moderada actividad de la ínsula anterior produce en las personas mayores una falta del sistema de alerta cerebral que informa el cuidado que se debe tener frente a una situación. Por su parte, en los jóvenes el sólo hecho de juzgar si una persona es digna de confianza o no ya despierta precaución.

Según Taylor, el prototipo de víctima para el fraude financiero son los hombres de 60 años de edad, que han realizado inversiones y tienen experiencia, lo que los hace sentirse cómodos y seguros de su toma de decisión. Sin embargo, no reciben igual que antes el alerta temprano de su cerebro sobre las otras personas y eso los puede llevar a equivocarse.

Una de las funciones de la ínsula anterior es decirnos «Algo no está bien aquí» y con ello se despiertan sensaciones señorcorporales (marcadores cerebro somáticos), que generan cierta incomodidad física que suele relacionarse con la intuición y nos alertan, por ejemplo, de que alguien se ve poco fiable.

Si bien a ninguno de nosotros nos gusta envejecer y mucho menos aceptar que nuestra UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) no es igual que a los 20, este estudio es de gran ayuda para que podamos desarrollar una nueva habilidad, que es la de aprender a mantenernos alejados de posibles situaciones que nos lleven a decidir apresuradamente sin el asesoramiento adecuado. Unir un cerebro joven con una ínsula activa, con uno adulto con experiencia, sin lugar a dudas es una buena estrategia para la toma de decisiones.

Y una buena noticia para los adultos es que con los años se tiende a ser más positivo y a tomar las situaciones negativas con menos dureza, circunstancia que otorga mayor bienestar.

Fuente:

  • Universidad de California en Los Ángeles. Academia Nacional de Ciencias. Naomi Eisenberger, Grinblatt Marcos, Ian Boggero.

http://asociacioneducar.com/personas-mayores-vulnerables-fraude

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