Gilda Sánchez

Lecciones de grandes maestros, la de hoy de Alan Watts, “Darse cuenta de sí mismo como un reflejo del todo”


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• Alan Watts, escritor británico y sacerdote anglicano, popularizó las filosofías asiáticas para occidente

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alan-watts-woods-webAlan Wilson Watts (1915 –1973) fue un filósofo británico, así como editor,  escritor, conferenciante y experto en religión.

Escribió más de veinticinco libros y numerosos artículos sobre temas como la identidad personal, la verdadera naturaleza de la realidad, la elevación de la conciencia y la búsqueda de la felicidad, relacionando su experiencia con el conocimiento científico y con la enseñanza de las religiones y filosofías orientales y occidentales (budismo Zen, taoísmo, cristianismo, hinduismo, etc.)

El estilo de enseñanza del filósofo Alan Watts se caracterizaba por utilizar analogías, una de mis favoritas es la analogía que utiliza para explicar nuestro lugar en el mundo o “nuestra verdadera naturaleza”:

“Es como si tomaras una botella de tinta y la tiraras contra la pared. ¡Paf! Y toda la tinta se esparce. En el medio está más denso, pero comienza a correr y a esparcirse más, las gotitas se tornan cada vez más delgadas y crean patrones cada vez más complejos ¿cierto? De la misma manera, en un inicio hubo un Big-Bang, el cual se fue esparciendo. Nosotros somos los pequeños patrones complejos al final de este. Hace billones de años tú fuiste un Big-Bang, y ahora eres un ser humano complejo.

Pero tú te sacas de este panorama y dejas de sentirte como parte de este todo, pero lo eres. Tu eres el Big- Bang, la fuerza original del universo, representada en quien quiera que seas”

En otras palabras, toda la vida existe dentro de nosotros al mismo tiempo – cada uno de nosotros. Todos somos el reflejo perfecto de la maravilla completa de la vida.

“Tú eres una función de todo lo que está haciendo el universo, de la misma manera que una ola es una función de todo lo que está haciendo el océano.”

Pasamos tanto tiempo preocupados por cosas pequeñas, dándonos golpes a nosotros mismos por errores pequeños y por nuestras imperfecciones, nos lamentamos por el pasado y no dejamos de preocuparnos por el futuro.

Casi ninguno de nosotros, si es que alguna vez ocurre, nos tomamos un segundo para parar, sentarnos y contemplar las maravillas del momento y para sentirnos como una parte inseparable de ese hermoso momento. Intenta vivir de manera que esta toma de conciencia ocurra en cada momento, esto traerá gran alegría a tu vida.

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