Gilda Sánchez

El alto costo social de la malnutrición del mayor tiene fácil solución…


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• Un adulto mayor que esté bien alimentado, se enferma menos y se recupera mucho antes de sus padecimientos que un paciente mayor que está desnutrido.

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Por el impacto económico que la deficiente alimentación en la población de adultos mayores causa en el erario resulta obvio el cuidado que los sistemas de salud deben tener con este tema.

Los gobiernos tiran dinero al no tratar la desnutrición ya que resulta más oneroso dar atención médica a los padecimientos asociados con un estado de alimentación deficiente.  La malnutrición del mayor es carísima para la sociedad ya que eleva los costos de atención hospitalaria.

Por ello es fundamental  trabajar primero en la mejora de la alimentación básica de esta población; y  además, tratar la desnutrición como si de una enfermedad se tratara.

La buena nutrición en esta edad debe tener hidratos de carbono, proteínas, grasas y minerales, y cuidar que no esté saturada de proteínas, por lo que los suplementos nutricionales que contemplan estos principios son ideales para subsanar la carencia nutricional en este grupo de edad en la población.

Los suplementos nutricionales son necesarios en esta edad ya que está demostrado que alargan la vida del paciente anciano al compensarle de forma más eficiente alimentarse con los nutrientes adecuados a su edad y estado de salud.

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