Inventan vajilla y cubertería especial para mayores con Alzheimer
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• Inspirada por su abuela, enferma de alzhéimer y tras pasar muchas horas como voluntaria en centros especiales para ancianos que sufrían demencia, la diseñadora taiwanesa Sha Yao ha diseñado una vajilla especial que ayuda a estas personas a la hora de comer.
Vajilla para personas con Alzheimer
Bautizada con el nombre de Eatwell combina tres colores: rojo, amarillo y azul. Sha Yao explica que un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Boston descubrió que las personas con deterioro cognitivo consumían el 24 % más de alimentos y el 84 % más de líquido cuando se les servía en vasos de esos colores. Las piezas se han diseñado para facilitar su uso cuando hay discapacidades físicas e impedimentos cognitivos.
También cubertería adaptada para ancianos con demencia
Así, las cucharas encajan perfectamente en la mano y la forma del plato impide que se caiga la comida. La vajilla se coloca en una bandeja que tiene un sistema que engancha pañuelos, baberos, manteles o servilletas que impiden que los usuarios se manchen. El conjunto cuenta con varias opciones, con una de bandeja, se pueden combinar las ocho piezas que lo componen: dos platos de diferentes tamaños, un vaso y una jarra, ambos con tapa y dos cucharas de dos colores.
Útil para personas con deterioro cognitivo y discapacidad intelectual
Este conjunto, pensado para personas con deterioro cognitivo, en realidad es una magnífica oportunidad para personas con discapacidad intelectual, trastornos del desarrollo o dificultades motoras, pues facilita mucho el manejo de los utensilios y la identificación de los alimentos, fomentando su autonomía y aprendizaje al ser ergonómicos y vistosos. El precio está entre lo 60 y los 110 dólares y se pueden conseguir en su propia web. En las residencias de la tercera edad, este tipo de vajillas y adaptaciones sería de gran ayuda y permitiría a las personas mayores mantener su autonomía por más tiempo. Tras ver lo atractivo del diseño, seguro que muchos familiares se plantean su adquisición y en algunos centros geriátricos igual ya están ideando vajillas propias.
