Rompamos algunos mitos sobre la alimentación

Por Gilda Sánchez

Idealista ilustrada y curiosa. Nació en la mitad del siglo XX en la región más transparente. Educada en la burguesía del bolero, del rock sesentero y por jesuitas de la Ibero. Desde que cumplió 50+ le cayó el veinte de que actuar sin ejercer la conciencia es desperdiciar el milagro de estar viva. Compartir experiencias y reflexiones que enriquezcan el alma es su pasión. Para eso escucha, habla y escribe.

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Especialistas  en el tema alimentario concuerdan que existen mitos que la mayoría cree a pie juntillas y que están totalmente alejados de la verdad…

1. Es falso que las frutas y verduras frescas sean más nutritivas que las congeladas. Cuando las frutas y verduras son congeladas poco después de ser cosechadas, conservan la mayoría de los nutrientes.

2. No es necesario hacer un dieta para desintoxicarse. El cuerpo es experto en hacer su propia desintoxicación.

3. Para bajar de peso no hay que contar calorías. No es lo mismo consumir 100 calorías de pastel, que la misma cantidad de calorías de frutas y verduras. Al alimentarse adecuadamente y consumir la cantidad de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita, se puede bajar de peso sin tener que llevar una cuenta de manera obsesiva.

4. Ninguna dieta es mejor que otra. Cada individuo es diferente y lo que le funciona a uno no necesariamente le funciona al otro. Es importante escuchar a nuestro cuerpo para determinar lo mejor para nosotros.

5. Consumir grasa no necesariamente engorda. Lo importante es el tipo de grasa que consumas, por lo que hay que comer grasas que promuevan la salud cardiovascular.

6. Comer huevo no es malo para la salud. Al contrario, los huevos están repletos de nutrientes, como proteína y grasa, cuya combinación provoca saciedad.

7. No necesariamente subimos de peso al comer de noche. No importa que tan tarde comas, lo importante es lo que comas. El problema es cuando comemos tarde y con mucha hambre y terminamos por comer de más.

8. Comer varias comidas pequeñas durante el día no es lo mejor. Las comidas chiquitas suelen ser poco satisfactorias. Es mejor alimentarse con tres comidas fuertes y una pequeña colación.

9. El cerebro necesita carbohidratos para funcionar, por lo que las dietas bajas en carbohidratos no son tan buenas. Es mejor evitar pan blanco, pastas y galletas y consumir más granos enteros, frutas y verduras.