Vive la Semana Santa de Iztapalapa
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La iglesia, actualmente, está intentando que se realice una representación paralela, diferente a la popular, ya que considera que no se apega a los textos bíblicos.
“Iztapalapa es una de las 16 delegaciones que son parte del Distrito Federal y una que particularmente ha logrado que sus habitantes mantengan las viejas costumbres de pertenencia e identidad con el barrio y con distintas festividades de su calendario, haciendo de la Semana Santa, una de las más importantes.
Iztapalapa lucha por mantener la unidad, a través de la cooperación y el esfuerzo colectivo de los 8 barrios (La Asunción, San Ignacio, Santa Bárbara, San Lucas, San Pablo, San Miguel, San Pedro y San José), para representar con gran realismo la Pasión de Jesucristo.
En el siglo XIX, una epidemia de cólera azotó a la población; la creencia popular atribuyó a la divina imagen el cese de la mortandad. En agradecimiento a tan prodigiosa intervención, se inició la escenificación de la Pasión, con los 
habitantes del pueblo y desde entonces se repite hasta nuestros días. La ceremonia, fiesta y representación de la Semana Santa, vuelca lo popular hacia lo sagrado, en un hecho que es por un lado civil y por otro religioso. Las autoridades eclesiásticas apoyan estos actos masivos, aunque no los aceptan como totalmente litúrgicos; más bien «dejan hacer» al pueblo, que escenifica desde hace más de 150 años Ia Pasión de Cristo.
Los episodios más importantes tienen lugar el Domingo de Ramos con la Procesión y la Bendición de las Palmas; el Jueves Santo en el Jardín Cuitláhuac, y el Viernes Santo con la secuencia de la sentencia, los azotes, la coronación de espinas y el Vía Crucis que culmina en el Cerro de la Estrella con la crucifixión.
Al conocerse los días en que va a caer la Semana Santa, los habitantes de Iztapalapa comienzan los preparativos y se selecciona a los protagonistas del drama, quienes inician los ensayos desde enero. Antiguamente, los papeles se heredaban familiarmente, pero hoy en día, los criterios para seleccionar a los personajes son diversos, y los más estrictos son para designar a los actores principales. Por ejemplo, la persona que represente a la figura de Cristo, debe ser fuerte para soportar el recorrido cargando la cruz, soltero, originario de Iztapalapa, de familia cristiana, y poseer un físico que concuerde con la idea que la población tiene de Jesús.
Domingo de Ramos
Las casas y las calles se llenan de flores, las campanas se echan a vuelo, y un ángel con un niño inician la procesión que avanza lentamente. Iztapalapa se transforma, por momentos, en Jerusalén. La multitud se dirige al barrio de San Lucas para que el sacerdote bendiga las palmas, los ramos de manzanilla, romero y laurel (éstas se guardan, pues la gente les atribuye poderes curativos).
Jueves Santo
Los adornos en las calles son de color blanco y morado. La procesión recorre las calles de los ocho barrios, y llega hasta la iglesia del Señor de la Cuevita, donde los presentes tocan la urna y piden gracias. Después de la alocución del obispo en la iglesia, continúa la escena de la última Cena en el Jardín Cuitláhuac; sigue el Lavatorio de los Pies, el Prendimiento y la Oración del Huerto.
Viernes Santo
El Viernes Santo es el día que la procesión congrega multitudes. La procesión avanza a lo largo de las calles conformada por los soldados romanos, los más de mil nazarenos que llevan sus cruces a cuestas, los judíos, las santas mujeres, los apóstoles, etc. Y se entremezclan con los espectadores.
Con el tiempo, la representación ha cambiado: de los atrios de los templos al cerro, de las imágenes y Cristos-niños a los jóvenes cuidadosamente seleccionados por su tipo y estatura, de los parlamentos originalmente hablados ahora cantados en algunos episodios.
La iglesia, actualmente, está intentando que se realice una representación paralela, diferente a la popular, ya que considera que no se apega a los textos bíblicos.
Con todo, la celebración civil de la Semana Santa permite que la representación continúe por lo que significa, no sólo para los habitantes de Iztapalapa, sino para la nación entera.
