Cómo hidratarse en la tercera edad y prevenir consecuencias que afecten tu salud
• El mecanismo para sentir sed se deja de activar con los años y esto pone en peligro el bienestar físico
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Sólo aproximadamente el 25 por ciento de los mayores que viven solos cumple con la ingesta adecuada de líquidos.
A medida que cumplimos años, el cuerpo pierde la capacidad de detectar la sed y, por lo tanto, de mantener una adecuada hidratación.
A partir de la sexta década de vida el problema empeora, por ello es que este sector es especialmente vulnerable a la deshidratación y debe anticiparse a las necesidades de su cuerpo y no siempre esperar a tener sed para beber algo.
¿Qué hacer?
- Lo más importante es beber de manera regular.
- Una variedad de bebidas de distintos sabores y colores mejora la apetencia.
- Los mayores deben acostumbrarse a beber uno o dos vasos de alguna bebida con cada comida y beber a lo largo del día, aun cuando no estén comiendo.
- Los líquidos deben ser fácilmente accesibles tanto de día y noche.
- En ambientes con temperaturas elevadas, se recomienda que el consumo de líquidos se incremente en 250 ml por cada grado centígrado por encima de los 37°C.
- Los encargados de cuidar a las personas mayores, deben estar familiarizados con los posibles cambios que pueden surgir en la dieta de estas personas, ayudarles y facilitarles su consumo siguiendo unas pautas adecuadas en hidratación.
- Aumentar el consumo de alimentos como sopas, frutas y hortalizas que contengan de 80 a 90 por ciento de agua y son fuente de nutrientes esenciales.
- No es recomendable el uso de bebidas alcohólicas por su efecto deshidratante.