Las jacarandas de marzo
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De repente calles y avenidas de la capital se ven decoradas por el follaje verde de ramas de hojas pequeñitas tupidas con copiosos racimos de florecitas acampanadas que tienen color de cuento de hadas.
Esplendido árbol de origen brasileño que en promedio alcanza 8 metros de altura, la jacaranda irrumpe sorpresivamente con sus flores lila-azuladas en el escenario citadino.
De repente calles y avenidas de la capital se ven decoradas por el follaje verde de ramas de hojas pequeñitas tupidas 
con copiosos racimos de florecitas acampanadas que tienen color de cuento de hadas.
Vistas desde las azoteas de la ciudad de México estas manchas cromáticas brotan a lo largo y ancho de la capital mexicana. Son manchas que salpican el paisaje urbano para hacernos felices.
Los cuerpos tiesos y apagados de concreto de los edificios se vuelven siluetas suaves y vibrantes cuando las ramas de las jacarandas los acarician.
Bardas modestas descoloridas y también las elegantemente encaladas, muros de cemento aplanado a lo Barragán de ocres, naranjas o añiles, construcciones de cristales espejos o viviendas de ladrillo con herrerías moriscas, construcciones art decó o de estilo californiano, todas arquitecturas típicas de Distrito Federal, son realzadas con el obsequio jacarandoso que la naturaleza hace este mes a la moderna Tenochtitlán…
