Casi la mitad de padecimientos en adultos mayores son causados por medicamentos
• Los especialistas en geriatría consideran que la polifarmacia común en la tercera edad es un riesgo mayor ya que en promedio esta población toma más de nueve medicamentos diarios
Aunque las medicinas suelen tener un efecto terapéutico, cuando se usan incorrectamente y sin control ni supervisión médica, pueden ser muy nocivos.
La cajita alargada que “vive” sobre la mesita de noche de los mayores es un testimonio de ello: hileras con siete compartimentos llenos de pastillitas de formas, tamaños y colores variados.
“¿Ya tomé las del desayuno?”, pregunta un abuelo, con frecuencia cuando ya son las 12 del día…
Esta realidad refleja bastante bien la que viven a diario muchísimos adultos mayores. Y su peligro radica en que la polimedicación frecuentemente puede causar reacción adversa a los medicamentos además de ser la tercera causa de que sean hospitalizadas muchas personas mayores.
Además, el 50 por ciento de las patologías de pacientes geriátricos está causado por las mismas medicinas según los geriatras. En ocasiones esta poli farmacias es más grave que la misma enfermedad.
La causa de ese peligro se llama “polipatología” (el hecho de que un paciente mayor en general sufre simultáneamente diferentes enfermedades) y genera la “polifarmacia”: es decir, la prescripción de un sinnúmero de medicamentos.
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 50 por ciento de los medicamentos se prescriben, administran o venden inapropiadamente, y el 50 por ciento de los pacientes no los toma de manera adecuada.
Estudios realizados en varias partes del mundo en pacientes de la tercera y cuarta edad, indican que cada uno recibía un promedio 9.6 medicamentos simultáneamente.
Por ejemplo, es común que cada afección se trate por separado: el cardiólogo se ocupa de tratar los problemas del corazón, pero no de las interacciones de los medicamentos que él prescribe con los que recetaron el neurólogo o el endocrinólogo.
Así el paciente muchas veces consulta especialistas sin la coordinación de un médico clínico; es decir, sin la supervisión de quien puede tener una mirada integrador y muchos medicamentos tienen efectos contrapuestos y esto puede generar un impacto adverso.